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España está en la elite de vendedores de armas en el mundo ocupando el quinto lugar en el ranking. Así lo refleja el informe de la Secretaría de Estado de Comercio que será presentado este martes en el Congreso. Respecto a Israel las ventas autorizadas en 2009 ascienden a 2,8 millones de euros.

España lleva tiempo figurando en la elite mundial de vendedores de armas pero el último informe elaborado por el Gobierno refleja que ha escalado un puesto más situándose en la quinta posición del ranking. Esta es una de las principales conclusiones del documento sobre venta de armas en 2009 que será presentado este martes en el Congreso por la Secretaría de Estado de Comercio y al que ha tenido acceso nuevatribuna.es.

El año pasado, España vendió material de defensa por una valor de 1.346,52 millones de euros, un 44% más que en 2008, lo que supone un 42,2% de lo autorizado (3.193,4 millones de euros). Estados Unidos encabeza la lista, seguido de Rusia, Alemania, Francia, y Gran Bretaña en el quinto lugar, un puesto al que ahora se ha aupado el Estado español que ocupaba el sexto lugar, lo que supone además pasar del 2% del comercio mundial de armas al 3% tal y como resalta Pere Ortega, director del Centre d’Estudis per la Pau J.M. Delás.


“En la actual etapa de crisis, el Gobierno puede decir que este es un buen dato, que exportamos más, que ese ámbito de la economía va bien, que creamos puestos de trabajo… Pero esta lectura no la comparto porque las industrias militares españolas viven en su mayor parte de las ayudas del Estado, son parasitarias, el Gobierno las favorece con pedidos para las Fuerzas Armadas sin competencia en el mercado, no hay control sobre el gasto final del armamento”, explica.


Ortega hace referencia a dos de las compañías que más exportaciones realizan, Navantia, con un 98% de producción militar (en su mayoría material naval) y cien por cien pública; y EADS-CASA, también pública pero integrada en un consorcio europeo en el que participan varios países de la UE. Las dos reciben fondos públicos y ayudas de I+D+i. “Sin estas ayudas del Estado cerrarían porque ambas tienen cada año pérdidas económicas, así que los buenos datos económicos los relativizo”, asegura.

”DESTINOS CON ESPECIAL SENSIBILIDAD”

Desde que se aprobara la ley sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso en 2007, el Gobierno está obligado a elaborar dicho informe que incorpora las exportaciones autorizadas y realizadas, en este caso, referentes a 2009. El órgano encargado de autorizar cada una de las operaciones de comercio exterior de armas así como de productos y tecnologías de doble uso es la Secretaría de Estado dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio previo informe de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU) . La función más relevante de esta Junta consiste en “informar, con carácter preceptivo y vinculante, las autorizaciones administrativas y acuerdos previos de los materiales y, preceptivamente, las modificaciones en la normativa reguladora de este comercio”.

El 39,26% de la venta de armas de España fueron a países de la Unión Europea (Alemania, Reino Unido, Portugal e Italia, entre otros) que junto con naciones miembros de la OTAN (Noruega, 281,29 millones de euros y EEUU, 55,40 millones) suman el 64,78% de las exportaciones españolas. El resto, el 35,22% (474,2 millones) se reparten entre 41 países, entre los que figuran Malasia, Brasil, México, Botswana, Colombia y Marruecos y aquellos que el propio Gobierno español denomina “destinos de especial sensibilidad” como Arabia Saudita, Cuba, Filipinas, Gabón; Ghana, India, Indonesia, Kazajstán, Kenia, Mauritania, Pakistán, Ruanda, Sri Lanka, Sudáfrica, Tailandia, Turquía y Vietnam.

Algunos de esos países sufren enconados conflictos armados (India, Pakistán, Tailandia…) y la venta de armamento “viola el código de conducta de la Unión Europea”, subraya Pere Ortega que también critica este comercio con países como Marruecos (por el conflicto del Sahara Occidental); o Venezuela donde se está avivando la rivalidad con Colombia; o el África Subsahariana (Ghana, Gabón o Kenia), donde “no hay un estricto control sobre el destino final de las armas que pueden ser desviadas a grupos armados. Son países muy inestables, altamente militarizados, que no dan ninguna garantía. No es lo mismo vender armas a la UE o a EEUU que hacerlo a Gabón”, pone como ejemplo.

Por primera vez, el informe elaborado por la Secretaría de Estado de Comercio incluye a los países a los que se ha denegado la venta de material de defensa. Se trata de Costa Rica, Georgia y Siria; así como aquellos que habían solicitado productos y tecnologías de doble uso, entre los que se cuentan sustancias químicas susceptibles de ser utilizadas para la producción de armas de destrucción masiva como Egipto, Pakistán, Siria y Yemen. Pero como recuerda Ortega, la proliferación de armamento nuclear resulta especialmente relevante en lugares como Irán al que se ha autorizado exportaciones por valor de 67 millones de euros.

EL CASO CONCRETO DE ISRAEL

El caso de Israel es significativo por cuanto existe desde marzo del pasado año un convenio firmado con España de cooperación militar entre ambos ministerios de Defensa. En 2009, España vendió a Israel tecnología de doble uso por valor de 790.635 euros. La mayor parte corresponde a ordenadores y componentes. A ellos hizo referencia José Luis Rodríguez Zapatero, cuando en enero de 2009 fue preguntado por un ciudadano en el programa de televisión Tengo una pregunta para usted: “-¿Tiene usted una idea de cuántos civiles palestinos habrán matado nuestras armas?; – Estoy convencido de que nuestras armas o los componentes que nosotros le vendemos a Israel no se han utilizado para eso. Son los datos que yo puedo aportar aquí, en todo caso lo podremos aclarar sin ningún problema”, respondió el presidente del Gobierno.

El argumento del Gobierno es que sólo vende “componentes” a Israel para incorporarles tecnología y que luego puedan reexportarse a España. Pero lo cierto es que, en total, han sido autorizadas ventas por valor de 2,8 millones de euros, de los cuales, 2,5 millones corresponden a “bombas, torpedos, granadas, botes de humo, cohetes, minas, misiles, cargas de profundidad, cargas de demolición, productos pirotécnicos, cartuchos y simuladores, granadas fumígenas, bombas incendiarias, toberas de cohetes de misiles y puntas de ojiva de vehículos de reentradas” , tal y como figura en una de las ‘categorías’ de material militar desglosadas en el informe.

Asimismo, España ha autorizado la venta de “fusiles, carabinas, revólveres, pistolas, ametralladoras, silenciadores, cargadores…” por valor de 144.850 euros; y municiones por valor de 165.105 euros. Otro dato a tener en cuenta es que el material de defensa que compra Israel a España va destinado en un 79% al Ejército israelí, siendo en productos de doble uso, el 94% para sus Fuerzas Armadas.

“2,8 millones es una cifra relevante y gran parte corresponde a bombas, cohetes y misiles. Estamos vendiendo armamento de baja tecnología convencional a Israel que puede ser utilizado en la próxima represión del pueblo palestino o en el próximo ataque que se produzca en aguas internacionales a una nueva flotilla solidaria. Esto es gravísimo y además contradice la ley y la Posición Común adoptada en la UE. “Se está vendiendo a un país que viola los derechos humanos y que tiene un conflicto interno con el pueblo palestino”, afirma Pere Ortega.

La venta de armas a Israel queda además encubierta a través de cesiones de tecnología y también de creación de consorcios entre empresas europeas e israelíes. A esto hay que añadir que España tiene interés en desarrollar tecnología punta, en concreto el proyecto de avión no tripulado que Israel fabrica desde hace tiempo para el control de fronteras. Las relaciones hispano-israelíes también se centran en la cooperación con empresas de seguridad.