
“16.000 empleados del gigante eléctrico están indignados por lo que la Administración les propone un aumento sólo del 7%, mientras que desde julio la gratificación de los directores aumentará por el 70%”, dijo el vicepresidente del sindicato Solidarity (Solidaridad), Dirk Hermann. “La dirección de la compañía se conduce extrañamente: declara la ganancia de 3,6 mil millones de rands, pero en las negociaciones con el sindicato afirma que está al borde de la bancarrota”, explicó.
El primer partido que está bajo amenaza del paro por la huelga de los trabajadores de Eskom es el que enfrentará a Argentina y Corea del Sur, que se disputará el jueves en el estadio Soccer City de Johannesburgo. Aunque los estadios tienen sus electrógenos de emergencia, la llegada de los hinchas al estadio podría ser frustrada por los problemas de comunicación en los alrededores. El Gobierno está preocupado por la situación y apela a que “es inadmisible un paro los días de partido”.
El pasado lunes, miles de aficionados tuvieron que regresar a pie desde el mismo estadio en Johannesburgo, como consecuencia de la huelga que efectuaban los conductores y boleteros de autobuses. Parece, que el Mundial no les gusta a los ciudadanos sudafricanos tanto, como podría gustar y han visto una plataforma para sus reivindicaciones.