Nuevatribuna.es-Agencias
Esa sería una de las principales conclusiones de la cumbre que celebran este fin de semana los líderes de las 20 mayores economías del mundo en Toronto, según el borrador que se ha filtrado.
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Aunque el comunicado final de la reunión no se conocerá hasta este domingo, circula un borrador según el cual los países del G-20 han acordado estabilizar o reducir la deuda gubernamental en proporción al Producto Interno Bruto (PIB) para el 2016.

El documento que se ha filtrado a la prensa no recoge recomendaciones específicas sobre las políticas económicas a seguir para reducir el déficit. Simplemente, se afirma el compromiso dejando a cada país las manos libres para tomar sus propias medidas. Lo que sí dice el documento es que «es necesario que todos los países creen planes creíbles, en fases adecuadas y amigables con el crecimiento para generar sostenibilidad fiscal y adaptarse a las circunstancias nacionales». Y añade: «Por una parte necesitamos cumplir los planes existentes de estímulo (…) al tiempo que los eventos recientes destacan la importancia de las finanzas públicas sostenibles».

La flexibilización de la cotización del yuan es otro de los temas sobre los que podría pronunciarse el G-20. Al parecer, se está barajando emitir una declaración en la que valora positivamente la decisión de las autoridades chinas sobre su moneda. «Acogemos favorablemente las medidas adoptadas, los esfuerzos de China para impulsar su demanda interna y reformar el régimen de tasa de cambio del yuan y mejorar la flexibilidad de la tasa de cambio», sostiene la declaración, según una fuente de la cumbre citada por la agencia Reuters.

Pekín anunció hace una semana una flexibilización de la cotización del yuan tras meses de presiones de Estados Unidos y otros países que denunciaban que China mantenía artificialmente baja la cotización de su moneda para favorecer las exportaciones.

Otras fuentes consultadas indicaron que el texto sobre el yuan ha sido objeto de intensas deliberaciones, ya que China se oponía a la mención a su moneda. Durante las negociaciones del viernes los delegados habrían felicitado a China por la decisión, aunque otros habrían pedido a Pekín ir aún más allá en su nueva política.