La decisión china se robó la atención en la Cumbre Asiática de Seguridad, en Singapur, por la insistencia de Washington de vender a Taiwán armamento por valor de seis mil 400 millones de dólares.
Gates pidió a China que reconsiderara su posición por el bien de la estabilidad regional, una advertencia que para algunos sonó a velada amenaza, pese al tono aparentemente amistoso.
El mayor general Zhu Chenghu advirtió que la decisión de Estados Unidos de vender armas a Taiwán va contra los intereses chinos y demuestra que «Washington ve a Beijing como enemigos».
Zhu, jefe de estudios estratégicos en la Universidad Nacional de Defensa, también acusó a Estados Unidos de evidenciar su doble rasero al condenar el hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan y negarse a hacerlo en el caso de la flotilla humanitaria que trasladaba ayuda a la población palestina de Gaza.