Patria Grande / Con información de Agencias

 

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reiteró este miércoles su condena al asalto israelí contra la Flotilla de la Libertad que se dirigía a Gaza con ayuda humanitaria y acusó a Estados Unidos de tener una doble moral.

“Aprovecho para condenar desde el fondo de mi alma, desde el fondo de mis vísceras, maldito seas Estado de Israel, terroristas y asesinos“, manifestó el jefe de Estado.

El mandatario manifestó su preocupación por el ataque que propició el Ejército hebreo contra la flota de seis barcos que iba a ayudar a los habitantes de Gaza.

Estados Unidos que está preocupado, imagínese que eso (el ataque) hubiese ocurrido en aguas venezolanas, ya nos hubiesen invadido, estaríamos invadidos, pero como es Israel se le permite de todo, es un Gobierno de doble moral“, subrayó Chávez.

El Presidente se reconoció como un objetivo del Mossad. Aunque desde hace años analistas y políticos han denunciado planes del Mossad de atentar contra el mandatario, es la primera vez que el líder revolucionario alerta sobre la gravedad de la situación.

 

El Mossad ha convertido a Chávez en su objetivo primordial en América Latina desde agosto de 2006, después de la agresión israelí en el Líbano,cuando Chávez congeló las relaciones diplomáticas de Venezuela con Israel. El embajador Shlomo Kohen y el personal diplomático (en su mayoría “ mossadistas”) abandonaron Caracas. Pasaron varios meses, y Chávez (al hacerse eco de las solicitudes de la comunidad judía en el país, que cuenta con 12 mil personas), emprendió pasos para la normalización de las relaciones con Israel.

En enero de 2009 las relaciones diplomáticas de nuevo fueron rotas por Venezuela en señal de protesta contra los crímenes del ejército israelí en la Franja de Gaza. En el curso de esta operación perecieron más de 1400 palestinos, un tercio de ellos niños.

Chávez intervino por la televisión y condenó Israel como “un estado, que practica el genocidio”, “que está persiguiendo inhumanamente a los palestinos”. Evidentemente, tal evaluación fue recibida con hostilidad por la dirección israelita.

En noviembre de aquel mismo año el presidente Simón Peres declaró, sin enmascarar demasiado una amenaza, en el curso de su viaje por países de América Latina, que Chávez “pronto desaparecerá”.

El líder venezolano en aquella ocasión respondió: “Sólo imagínense, que él (Peres) no tuvo pereza en arribar aquí, a nuestra América, para pronunciar estas palabras. ¿Y si nosotros hubiéramos declarado algo parecido aquí, en Venezuela, respecto a él?.