Luis Alberto Matos

 

“Al ver el mechurrio, quemando su cielo, casi lloró su cerro.”

Alí Primera

 

La prensa opositora está de luto. Casi con el clásico borde negro, usual en anuncios mortuorios, anuncian que Venezuela redujo sus exportaciones petroleras a Estados Unidos.

Lo exponen como cáustica crítica. Algunos en airado grito y otros en son de burla; pero, a unos y otros, en el fondo se les nota el llanto. Lamentan profundamente que nuestro país, ejerciendo su soberanía, haya decidido disminuir las ventas de hidrocarburos al Norte. Deliberadamente ocultan que tenemos nuevos compradores. Ni siquiera en letra menuda citan nuestras actuales ventas de hidrocarburos a diferentes naciones de Latinoamérica y Asia.

Como una trampa “cazabobos” citan que antes la producción petrolera venezolana sobrepasaba los 3.400.000 barriles diarios. De inmediato señalan que ahora vendemos menos de un millón a Estados Unidos, mercado del cual hemos sido “desplazados por Arabia Saudita y Nigeria”.

Y el lector apurado, especialmente si está condicionado en contra del proceso, queda convencido de que estamos en bancarrota porque bajamos la producción “a mucho menos de la mitad”, sin percatarse de estar comparando, como en muchas otras situaciones de la economía venezolana, dos cifras que señalan aspectos muy diferentes.

Aspiraban además que el alza del crudo nos envileciera. Basados en experiencias anteriores y de otros sitios, seguramente esperaban que el anuncio de nuevos precios, por encima del estimado para el Presupuesto 2010, inclinaría las exportaciones hacia sus puertos. De allí su reacción. No soportan que nadie se les oponga. Por eso sus contradictorias expresiones, al insistir en que nos violamos la cuota OPEP pero vendemos mucho menos.

No soportan que Venezuela haya decidido ofrecer sus energías a otros pueblos, que también merecen un futuro mejor.

Redistribución de ingresos

Las inversiones contratadas para la Faja Petrolífera del Orinoco ya sobrepasan los 120 mil millones de dólares desde más de 20 países. Pero la mayor diferencia con la PDVSA añorada por algunos, es que ahora los ingresos por venta de hidrocarburos y derivados tienen otro destino, muy diferente al del pasado siglo.

Salud, educación, infraestructura, alimentación, desarrollo y calidad de vida son los destinos de los nuevos ingresos. El verdadero propietario, el pueblo venezolano, ejerce como nunca antes sus derechos. Es hoy el beneficiario de la venta de lo que siempre fué suyo, incluso desde mucho antes de ser una nación libre.

Y cumplimos fielmente nuestros compromisos financieros. Algunos escribas trataban de entorpercer las colocaciones de los Bonos PDVSA, sembrando dudas sobre su rendimiento y seguridad.

Todos hemos visto los anuncios, pagados incluso en sus propias páginas, donde la petrolera estadal venezolana convoca a sus poseedores a cobrar los intereses correspondientes, en la fecha preestablecida, para los Bonos 2017, 2027 y 2037.

Pero también es necesario consolidar la defensa de la Patria. “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, máxima romana al extender sus dominios y civilización. Las críticas a la actualización del armamento de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, especialmente las que provenien de la prensa internacional, son exclusivamente porque se obtiene de otros proveedores.

Sus titulares los delatan. Antes: “Venezuela adquiere armamento norteamericano”; ahora: “Chávez compra armas a Rusia”. Si fuera a ellos, sería la nación, nó el Comandante Presidente. ¡Son muy predecibles!

Industria y derivados

Durante todo el Siglo XX, al pueblo venezolano le prohibieron conocer la realidad de su producto más valioso. El petróleo se mal enseñaba en escuelas, liceos y hasta en algunas cátedras universitarias, muy especialmente en las de economía y sociales. ¡Me consta!.

Si se le preguntaba a cualquier venezolano, digamos hace 30 años, sobre el petróleo, su historia y sus beneficios, sus respuestas delataban conocimientos mínimos, en estudiantes y profesionales, comparados con la cantidad de barriles bajo sus piés.

Una de las mayores fallas era sobre los derivados que de él se obtenían. Gasolina, kerosene y gasoil, era la respuesta común. Muchos de los “versados” eran incapaces de citar siquiera 20 productos o derivados. Lo peor de todo era la falta de querer conocer que era éso lo que le permitía importar casi de todo a precios de “ta’barato, dame dos”. Esa falla no era culpa suya. Respondía a un plan. Quien no sabe el valor de lo que posee, es más propenso a venderlo a menor precio. Y eso incluyó a gobernantes, laterales y aspirantes.

Pero ya, en aquella época, sabíamos que más de ocho mil derivados se podían obtener del crudo venezolano. Hoy pasan largo de 13.000 ¡Sólo piensa en plásticos! y verás cuanto petróleo cargas encima y hay en tu hogar.

Hoy, como antes, repiten aquí por escrito: “El petróleo venezolano tiene mucho azufre” y validan el menor precio. Sólo pregunto, si ese azufre no tiene ningún valor ¿por qué nó nos los devuelven?

Si. ¡Si nos lo devuelven! En derivados y sulfuros, incluyendo medicinas, a elevados precios. ¿No y que vale menos porque tiene mucho azufre?

Potencia gasífera

En paralelo a la ampliación de las actividades de exploración, extracción, refinación, petroquímica, transporte y venta de petróleo, Venezuela se consolida como suplidora de gas natural a gran escala. Los nuevos hallazgos en los campos en el Golfo de Venezuela, en la plataforma de la Península de Paraguaná, auguran un potencial gasífero que pudiera colocarnos, a mediano plazo, como el cuarto poseedor de reservas en el planeta.

Unidos a los yacimientos costa afuera en el Estado Sucre y la Plataforma Deltana, nuestra patria deberá superar los 200 trillones de piés cubicos de gas.

Si agregamos los 500 mil millones de barriles de petróleo, mínimo aceptado con el nivel actual de tecnología, no es aventurado ni presuntuoso aspirar a ser, en la próxima década, la primera potencia energética del globo terráqueo.

Mundo pluripolar

En rueda de prensa conjunta con el Primer Ministro de Rusia, Vladimir Putin, nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez señaló que la “única forma” de enfrentar las agresiones contra países, las amenazas y las ocupaciones es “articulando un mundo pluripolar”, “donde podamos vivir y asegurar la existencia de la especie humana”. Al detallar las calamidades que sufren “más de mil millones de seres humanos, que están pasando hambre en este planeta”, incluyó la “crisis energética”.

¡Y allí es donde entran en acción el petróleo y el gas venezolano!. Ese alto potencial ha sido ofrecido a las naciones que desean, aspiran, necesitan y merecen un desarrollo sustentable que combata la pobreza extrema, incrementada en muchos casos por la explotación, de sus espacios y sus habitantes, a manos del neoliberalismo que sólo busca la acumulación de las riquezas de todos a las arcas de una minoría. Ese desarrollo necesita energía. En el mundo de hoy, con la tecnología actual, sin petróleo es imposible sobrevivir en condiciones de igualdad. Punto de apoyo

Recordando al gran Arquímedes, el Comandante Presidente agregó: “Somos un humilde punto de apoyo para todos aquellos que en este mundo luchamos por la causa del equilibrio universal”. Seguiremos leyendo las notas fúnebres disfrazadas de bravatas. Continuarán las amenazas que sólo esconden miedo. ¡Nuestras reservas energéticas apoyarán un futuro mejor!.

jaquematos@cantv.net

Fuente: http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article838