Lo dice el informe que ha presentado hoy la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que devela, además, las terribles condiciones en las que los pequeños se incorporan al mercado laboral. Por ejemplo, 1,3 millones ni siquiera obtiene una remuneración más allá de la propina que puedan darles. Y 600.000 lo hacen como jornaleros en el campo.
«A pesar de tener derechos reconocidos por diversos instrumentos internacionales y por la legislación nacional, la niñez mexicana está expuesta a la explotación laboral», ha denunciado la CNDH en un comunicado de prensa.
La infancia mexicana, sostiene la Comisión, «padece constantemente violencia, explotación y abuso» y corre el riesgo de «ver afectado su desarrollo físico, mental y moral». Por ello, reclama de las autoridades mexicanas «una vigilancia más efectiva, además de trabajar en el reconocimiento y respeto del derecho de la infancia mexicana a la alimentación, atención médica, educación y un sano esparcimiento y desarrollo».