
Tras una visita al país, donde se entrevistaron con el equipo económico del Gobierno, los expertos del organismo pintaron un cuadro pesimista de la economía española, desde una productividad «anémica» y un alto endeudamiento público y privado, hasta una baja competitividad y una burbuja inmobiliaria que sigue desinflándose.
Los mercados bursátiles se han fijado en particular en los elevados números rojos del Gobierno, pero ésa fue el área en la que el Fondo fue más magnánimo.
En un comunicado emitido al final de la visita, el organismo respaldó los planes del Ejecutivo de reducir el déficit en más de 5 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) este año y el siguiente, para lo cual ha bajado el sueldo a los funcionarios públicos y reducido la inversión, además de otras medidas dolorosas.
Mientras que en otras ocasiones el Ministerio de Economía y Hacienda ha discutido las recomendaciones de la institución, esta vez afirmó que el análisis del organismo «coincide con el del Gobierno».
La institución fortalece la posición del Ejecutivo al respaldar algunas de sus propuestas, aunque en general pide reformas de más profundidad que lo considerado hasta ahora.
En el terreno del trabajo, el FMI no se anda con circunloquios. Quiere una reforma «radical» porque en su opinión el mercado laboral español simplemente «no funciona», dice el comunicado.
El FMI propone reducir las indemnizaciones por despido, cambiar el sistema de negociación de los salarios en los convenios colectivos para dar más flexibilidad a las empresas y suprimir la vinculación de subidas de sueldos a la inflación.