Agencias

El derrame de crudo que fluye descontroladamente de un pozo de BP en el Golfo de México pondría en riesgo esta semana las costas de Misisipi y Alabama en Estados Unidos, dijeron el lunes meteorólogos, mientras crece en el país el enojo por el desastre ecológico.

Washington y ejecutivos de BP advirtieron de que la fuga de petróleo podría continuar hasta agosto, y la petrolera prepara otro intento, sin garantías de suceso, para detener el escape de crudo.

El mercado de Londres y Wall Street permanecen cerrados el lunes por un feriado, pero las acciones de BP cotizadas en Fráncfort se desplomaron un 7 por ciento, golpeadas por el fracaso el fin de semana del complejo procedimiento «top kill» que buscaba contener el derrame.

El desastre, que el lunes llegó a su día cuadragésimo segundo, ya es el mayor derrame de petróleo en la historia estadounidense y funcionarios lo han calificado como la mayor catástrofe ambiental que ha afectado al país.

Pese a que los pantanos de Luisiana y las zonas de pesca han sido los más afectadas por el petróleo hasta el momento, el servicio meteorológico de Estados Unidos dijo que vientos moderados del sur y el suroeste podrían comenzar a mover esta semana la mancha de crudo hacia el delta del Misisipi.

«Los resultados de los modelos indican que el petróleo podría moverse al norte y amenazar la barrera de islas de Misisipi y Alabama», dijo el servicio en su predicción de la trayectoria del derrame para las próximas 72 horas.

Hasta el momento, Misisipi y Alabama han escapado parcialmente de los efectos del desastre, y sólo han registrado la llegada de algunas bolas de alquitrán y restos de crudo a sus playas.

Pero el pronóstico del servicio meteorológico de Estados Unidos fue un recordatorio de que el petróleo del derrame, dispersado y arrastrado por el viento y las corrientes oceánicas, podría amenazar una vasta área de las costas del Golfo, incluyendo la meca turística de Florida, Cuba y México.

Tras el devastador fracaso el fin de semana del intento de tapar el pozo a 1,6 kilómetros de profundidad con la operación «top kill», la irritación pública por el derrame y la forma en la que se originó crecen en Estados Unidos donde los residentes del Golfo enfrentan el impacto de la polución sobre sus vidas.

Un grupo llamado Seize BP (Incauten BP), que ya ha protagonizado protestas contra la petrolera, dijo el lunes que organiza manifestaciones por el daño provocado por el derrame en más de 50 ciudades de Estados Unidos, que se desarrollarán entre el jueves y el sábado.

Seize BP demanda la incautación de los activos de BP para pagar las compensaciones por el desastre que comenzó el 20 de abril con la explosión de la plataforma Deepwater Horizon.

ULTIMA ESPERANZA

Ejecutivos de BP dicen que pese a que la compañía intentará varios sistemas para intentar controlar el derrame, incluyendo el descenso de una cúpula sobre el pozo en los próximos días, la solución definitiva podría descansar en el pozo de alivio que se está perforando y que estará listo en agosto.

La mancha de crudo en el Golfo de México ha superado al desastre del Exxon Valdez en las aguas de Alaska en 1989 como el peor derrame de petróleo en Estados Unidos, con la pérdida de entre 12.000 a 19.000 barriles (1,9 a 3 millones de litros) de crudo por día.

En este momento, BP está preparando una tapa de contención para ubicarla sobre un dañado mecanismo de prevención de explosiones que está sobre el pozo, a 1,6 kilómetros de la superficie.

Si la operación de contención funciona -y BP espera saberlo esta semana- entonces al menos parte del petróleo podría ser conducido a través de una tubería hacia la superficie.

Pero incluso el gobierno de Obama, que enfrenta una serie de críticas por la lentitud en la respuesta a la crisis, está preparándose para agosto y la solución del pozo de alivio.

«Podría haber petróleo saliendo hasta agosto», dijo el domingo la máxima asesora de energía de la Casa Blanca, Carol Browner, al programa «Meet the Press» de la NBC. «Estamos preparados para lo peor», agregó.