Según Samantha Joye, investigadora de la Universidad de Georgia citada por el diario The New York Times «hay una cantidad impresionante de petróleo en las profundidades en comparación con lo que se ha visto en la superficie».
El previsible daño ecológico hay que valorarlo ahora sobre la base de un escape de entre cinco y 20 veces más que el estimado inicial, advierten científicos del país que monitorean y tratan de aportar una solución al problema.
Estimados oficiales sitúan la fuga en 800 mil litros diario que van a las aguas del golfo de México.
Dos robots lograron conectar un tubo de 15 centímetros de grosor y que recuperó el primer combustible para encender una luz en la lucha contra la catástrofe, comentó la televisora.
Sin embargo, las autoridades del gobierno estadounidense no abrigan muchas esperanzas y según un comunicado oficial aún no está claro que tan exitoso puede ser el empleo de esta técnica.
La secretaria de Seguridad Nacional Janet Napolitano y el secretario del Interior Ken Salazar precisaron que monitorean esta prueba pero también los científicos federales supervisan otros intentos de BP para contener el derrame y detener el flujo de petróleo.
Por otra parte, medios de prensa denuncian que la agencia federal responsable de asegurar que la plataforma petrolera Deepwater Horizon no inspeccionó al menos una vez al mes el sitio como está planificado.
Registros del Servicio de Administración de Minerales (MMS, por sus siglas en inglés) confirman esa aseveración, aseguran las fuentes.