Agencias

Bangkok, abril 28 –  Al menos 16 personas resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad tailandesas dispararon para intimidar a unos 2.000 manifestantes que se movían en vehículos por las afueras de Bangkok.

Uno de los heridos es un soldado que fue alcanzado en la cabeza por un disparo de procedencia desconocida, mientras que otro fue identificado como un vendedor que recibió un tiro en una pierna, según fuentes del hospital Bhumibol Adulyadej.

Según la versión oficial, las fuerzas de seguridad emplearon balas de goma con la finalidad de parar el convoy, que salió poco antes del campamento fortificado que los «camisas rojas» tienen montado en el corazón comercial de la capital.

El portavoz del Ejército, coronel Samsem Kaewkammed, dijo a la prensa que las tropas tienen la orden de disparar balas de goma, aunque también están autorizados a emplear munición real en defensa propia.

Los manifestantes, que persiguen forzar la caída del Gobierno, fueron interceptados cerca del viejo aeropuerto internacional de Don Muang y del cuartel general de la Fuerza Aérea, al norte de Bangkok, por unos 900 soldados y policías.

De acuerdo a la versión de testigos, las tropas dispararon cuando algunos de los cabecillas de los manifestantes intentaron traspasar el control de seguridad montado en la autovía que conduce a Don Muang, que fue cerrada al tráfico.

Tras el incidente, Jatuporn Prompan, uno de los cabecillas, dio a los «camisas rojas» instrucciones de regresar a su campamento, en el corazón comercial de la metrópolis.

La Policía indicó que once «camisas rojas» fueron detenidos en la provincia de Pahun Thani, colindante a la de Bangkok, cuando pretendían bloquear el acceso a un convoy de tropas de refuerzo.

Ésta madrugada, los manifestantes que persiguen colocaron bombonas de gas en las barricadas del su campamento, en preparación a un eventual asalto del Ejército

Con bombonas de gas y también cócteles molotov en algunos tramos de las empalizadas, los llamados «camisas rojas», confían enviar una señal a los soldados de las consecuencias que acarreará disparar contra su campamento, dijo Somluck Aphisart, miembro del servicio de seguridad de Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura.

En el campamento, montado muy cerca de varios de los más lujosos centros comerciales y hoteles de la capital, permanecían a primeras horas del miércoles en torno a un millar de manifestantes, cantidad inferior a la de 8.000 de días anteriores.

Los «camisas rojas» anunciaron que hoy marcharían hacia distintos puntos de Bangkok, en un intento de desafiar el estado de excepción y las amenazas del Gobierno de actuar con firmeza contra los manifestantes.

El Ejército, al que el Gobierno del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, ha puesto a cargo de la seguridad en Bangkok, desplegó anoche varios cientos de efectivos de refuerzo en las áreas adyacentes al campamento fortificado de los camisas rojas.

Desde que a mediados del pasado mayo comenzaron las protestas que persiguen la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas, al menos 26 personas han muerto y cerca de otras mil han resultado heridas en brotes de violencia.