Barbour manifestó el sábado que la peor devastación ocurrió en partes del condado Yazoo en la parte oeste-central del estado. Agregó que hay daños en al menos otros 15 condados.
Barbour se disponía a sobrevolar en helicóptero las zonas afectadas para inspeccionar los daos en su pueblo, Yazoo City, unas 40 millas al norte de Jackson. Según el alcalde de esa localidad, McArthur Straughter, dos personas han muerto, más de una docena están heridos y viviendas y edificios fueron destruidos.
El tornado causó los mayores daños en Valley Park, Yazoo City y Durant, dijo el meteorólogo Mark McAllister, del Servicio Nacional de Meteorología, en Jackson.
«Numerosas vías de acceso quedaron bloqueadas. Es difícil el envío de personal de emergencia hasta las partes afectadas», agregó.
El tornado, de 1,2 kilómetros de ancho (0.75 de milla), continuó su desplazamiento por otras regiones de Misisipí, según McAllister.
Al menos una persona fue trasladada por aire a un hospital en Jackson, dijo Jim Pollard, portavoz del servicio privado de ambulancias American Medical Response. Otras cuatro personas fueron llevadas en ambulancias a clínicas.
Pollard dijo que la empresa había enviado 11 unidades a Yazoo City.
Las autoridades no han precisado el número total de víctimas ni el tipo de heridas que sufrieron.
Tormentas severas azotaron el sábado el sureste de Estados Unidos, donde oscurecieron los cielos y causaron lluvias. El Servicio Climático había emitido diversas alertas de tornados para diversas regiones.
El mal tiempo dificultó a cuadrillas de trabajadores el retiro de un derrame de petróleo tras la explosión e incendio ocurridos el martes en una plataforma frente a las costas de Luisiana.
Los ventarrones y lluvias obligaron la reprogramación de diversas competencias deportivas y festivales en la región.
El temporal también causó destrozos a una iglesia ubicada entre el centro y el este de Misisipí así como daños menores a la Escuela de Enseñanza Media Olive Branch, en el condado de DeSoto, al sur de Memphis, Tenesí.
Un tornado dañó casas y derribó árboles, pero no causó víctimas, en Alabama.
En Luisiana, los vientos y lluvias dañaron un tanque en una planta química cerca de Tallulah.
El sargento de la policía de Luisiana, James Martin, dijo que los directivos de la planta desconocían si hubo algún derrame de sustancias químicas.