La institución de beneficencia islámica Al Haramain, que tras conocerlo interpuso una demanda, podría ahora exigir una indemnización, según Walker.
El presidente insistió en que tenía la competencia, pese a que a finales de los años 70 se creó un tribunal secreto para supervisar las acciones de escucha de las autoridades. La fundación islámica supo que dos abogados de la organización estaban siendo espiados.
El abogado de Al Haramain, Jon Eisenberg, saludó la sentencia, que dijo muestra que el conjunto del programa de escuchas del gobierno Bush fue contrario a la Constitución. «Todos deben respetar la ley, también el presidente», dijo citado por el diario local.
Una portavoz del departamento de Justicia en Washington dijo a la CNN que analizará la sentencia. La parte afectada tiene un plazo de 45 días para interponer una apelación.