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Las «imágenes son profundamente perturbadoras», afirmó el director ejecutivo del Comité para la Protección de Periodistas / Organizaciones de prensa exigen una investigación rigurosa sobre el crimen del Ejército de EEUU contra el fotógrafo, su conductor y civiles iraquíes, entre ellos dos niños

Grupos de periodistas piden una reapertura de la investigación sobre el asesinato en 2007 de un fotógrafo de la agencia Reuters y de su conductor en Iraq, luego de que el sitio web WikiLeaks publicara un vídeo clasificado mostrando cómo fueron ametrallados por fuerzas estadounidenses.

«Estas imágenes son profundamente perturbadoras», afirmó Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York.
«El vídeo también confirma nuestra largamente sostenida opinión de que se necesita urgentemente una investigación transparente de este incidente», añadió.

 

Se trata de una filmación desde un helicóptero Apache que dispara sobre un grupo de hombres en una calle de Bagdad.

El helicóptero también ametralla a una camioneta que llega a la escena e intenta evacuar al único sobreviviente visible del primer ataque. Los disparos hirieron a dos niños que se encontraban en el vehículo. En total, 12 personas murieron.

Entre las víctimas fatales se encontraban el fotógrafo Namir Noor-Eldeen, de 22 años, y su conductor, Saeed Chmagh, de 40.

El sitio web WikiLeaks subraya que hace «todo lo posible para verificar la autenticidad del material que recibe» y que ha «analizado la información sobre este incidente a partir de una variedad de fuentes». El diario The New York Times confirmó con un alto funcionario militar que las imágenes eran auténticas.

En una declaración divulgada después del incidente, Reuters dijo que el fotógrafo y su conductor «habían ido a la zona después de haberse enterado de que habría una redada militar en un edificio en torno al amanecer de ese día, y estaban con un grupo de hombres en ese momento».

«Se cree que dos o tres de esos hombres podrían haber portado armas, aunque testigos señalaron que ninguno tenía postura hostil», añadió.

«Hubo reportes de enfrentamientos entre las fuerzas de Estados Unidos e insurgentes en la zona, pero no se registraron combates en las calles, en las que Namir se movía con un grupo de hombres», indicó la agencia de noticias.

Analistas creen que este incidente motiva importantes dudas sobre las reglas militares de Estados Unidos.

«El vídeo parece describir un caso de ‘sesgo de confirmación’ por parte de los pilotos del helicóptero estadounidense», escribió Christopher Albon, analista de seguridad y administrador del blog Conflicthealth.com, sobre conflictos armados y salud pública.

«El sesgo de confirmación es la tendencia de la mente humana a preferir inconscientemente la información que refuerza sus convicciones. En este caso, el hecho de que los pilotos estuvieran buscando insurgentes armados los predispuso a creer que cualquier cosa que esas personas llevaban eran armas», explicó Albon.

Las imágenes contravienen informes de funcionarios militares el día del ataque señalando que las fuerzas estadounidenses habían recibido disparos de insurgentes con pequeñas armas y granadas impulsadas por cohetes durante una redada, lo que las obligó a responder y pedir apoyo aéreo.

 

La evidencia

 

 

El vídeo, titulado por WikiLeaks «Asesinato colateral», fue publicado en el sitio en dos versiones. Una completa, de 38 minutos, y otra editada de 17 minutos, con textos añadidos y comentarios sobre el incidente.

Ambas versiones contienen subtítulos de las conversaciones entre los pilotos del helicóptero y otros militares mientras rodean al grupo de hombres y esperan permiso para dispararles.

Se escucha que los pilotos bromean sobre las muertes, se ríen y hacen comentarios como: «Mira a esos bastardos muertos. Qué lindo», y «Mira eso. Justo a través del parabrisas», después de haber disparado a la camioneta.

 

 

Pero después de que fuerzas terrestres estadounidenses llegaron y encontraron a niños heridos en la camioneta, los pilotos culparon a los iraquíes. «Bueno, es su culpa por traer niños a la batalla», dijo uno. «Es verdad», respondió otro.

«Sé que dos niños resultaron heridos, e hicimos todo lo que pudimos para ayudarlos. No sé como los niños fueron heridos», dijo al diario The Washington Post el jefe ejecutivo del batallón que lanzó el ataque, Brent Cummings, después del incidente.

 

Investigación más rigurosa


Aunque las fuerzas estadounidenses abrieron una investigación sobre lo ocurrido, organizaciones de prensa creen que no es suficientemente rigurosa.

Clothilde Le Coz, directora de la oficina estadounidense de Reporteros Sin Fronteras (RSF), dijo a IPS que el grupo «instará al Pentágono (Departamento de Defensa) a que sea más transparente, y llamará a la administración de (Barack) Obama a mostrar su compromiso con la justicia divulgando oficialmente el vídeo, así como elementos clave del caso».

Según RSF, 221 periodistas y trabajadores relacionados con los medios han muerto en Iraq desde marzo de 2003.

«Las muertes de Namir Noor-Elden y Saeed Chmagh hace tres años fueron trágicas y emblemáticas de los peligros extremos que existen al informar desde zonas de guerra», dijo David Schlesinger, editor en jefe de Reuters.

«El vídeo divulgado en WikiLeaks es una evidencia gráfica de los peligros involucrados en el periodismo de guerra y en las tragedias que pueden resultar», añadió.