2. Granjéese en secreto el respaldo de un puñado de generales y oficiales del Alto Mando prometiéndoles cargos, influencia y patrimonios.
3. Invéntese un pretexto simpático para “caribear” a la ciudadanía y a la comunidad internacional. Válgase, sobre todo, de pretextos como estos: a) el presidente renunció voluntariamente conciente del fracaso de su gestión de gobierno, b) el presidente violó la constitución, c) el presidente perdió el juicio, c) el presidente es el responsable intelectual de toda la inestabilidad, violencia y destrozos que ocasionan o puedan ocasionar los grupos opositores.
4. Obtenga la bendición de las cúpulas eclesiástica, empresarial, sindical y de la mayoría de los partidos, grupos y personeros políticos de oposición. Evite llamarlos “grupos opositores”. Rotúlelos más bien como “patriotas” o “ciudadanía activa”.
5. Instigue una extensiva confrontación callejera entre las partes pro-revolucionaria y opositora. Luego contrate francotiradores y pseudo-periodistas para forjar un montaje de violencia y autocratismo oficial. Minutos antes de la caza premeditada de inocentes, márchese sigilosamente de la manifestación y preséntese en los medios masivos de comunicación privados a dar declaraciones mientras inocentes y patriotas dan literalmente su vida. Luego, siéntese cómodamente en el diván de su casa a esperar que le den su ministerio, su instituto autónomo o su respectiva “beca” en el servicio exterior.
6. Con base en este argumento de “salvajismo” e “inestabilidad”, secuestre al presidente de la república, y ensaye amedrentar a su familia, ministros, gobernadores y demás altos miembros del gobierno a objeto de que salgan de escena o se escabullan al exterior.
7. Instale a un grupo de “juristas”, mejor si son “constitucionalistas” a redactar un documento justificatorio del golpe de Estado y titúlelo: “Acta de Constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional”.
8. Guárdese que el anterior documento exprese que de cara a la peligrosa ausencia de gobernabilidad del país un grupo de prohombres y nobles mujeres patriotas pertenecientes a las fuerzas vivas del país no tuvieron otra salida decorosa que asumir —con el más alto sentido de desprendimiento— las delicadas responsabilidades democráticas para rescatar al país de la zozobra, el desgobierno, el desconcierto y el caos.
9. Alinee a todos los jefes y caciques de las referidas cúpulas y póngalos en fila india a legitimar el “gobierno interino” en acto solemne celebrado en el Palacio de Gobierno. Rubrique este acto como oficial y patriótico, y transmítalo lujosamente en cadena nacional a todo el país y el mundo.
10. Construya el show mediático que repita mil veces (a lo Goebbels) que el golpe no es sino un incidente patrio de transición aparatosa pero pacífica y democrática del poder de un gobierno de origen democrático —pero ya ilegitimo, sostenido por unas hordas violentas e inciviles— a las reposadas fuerzas del progreso, el orden, la estabilidad y el engrandecimiento de la patria y la justicia social.
11. Cerciórese de garantizar el respaldo de la mayoría de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. En caso de que el golpe se venga abajo, estos jueces serán quienes absuelvan la intentona tildándola de “vacío de poder”, arguyendo la “renuncia de facto” del cargo de su depositario o alegando una grave crisis de legitimidad instigada por el propio primer mandatario que con su aturdida actitud lógicamente forzó su propia salida.
12. Si lo que se propone hacer usted es deponer una revolución democrática en marcha nada como derrocarla bajo la tesis de que se va a instalar otra revolución pero más inclusiva, más consensuada y legítima nacional e internacionalmente.
13. Pruebe hacer como en la Argentina de 1955 cuando se propinó el golpe de estado que puso fin al gobierno de Juan Domingo Perón que se auto-identificó como “Revolución Libertadora”. Usted naturalmente también puede apelar a nombres de próceres, fechas patrias o discursos célebres para aderezar de “patriotismo” su asonada.
14. En caso de que el golpe fracase, cuídese de dejar alojados en posiciones claves del aparato gubernativo de los diferentes poderes a golpistas agazapados, funcionarios ignorantes, flojos, venales y blandengues quienes —con su acción u omisión— irán haciéndole la cama a los sediciosos y permitir propinar y hacer triunfar el siguiente golpe de Estado.
15. Pacte una “reconciliación” con el gobierno en el momento en que la correlación de fuerzas tenga a este más debilitado. A cambio exija, cuando menos, que el grueso de los grandes medios de producción y los “medios de comunicación privados” golpistas o pro-golpistas continúen en manos de los mismos dueños y gerentes anti-democráticos, pitiyankees y bellacos de siempre.
16. Cuide que los cuadros y medios de comunicación progresistas alternativos patriotas y pro-socialistas jamás agencien recursos financieros, técnicos, ni humanos con los cuales competir efectivamente por el raiting, esto es por la hegemonía. Todo golpista que se precie de serlo precisa de aparatos para librar y ganar la guerra simbólica. Los mismos “medios” que además limpiarán su prontuario delictivo y forjarán las nuevas “credenciales democráticas” imprescindibles para propinar los futuros golpes contra todo arranque popular de ejercicio soberano por parte de Gobiernos y Pueblos Revolucionarios.
17. Mientras se preparan y ponen a punto los contextos favorables a nuevos y más refinados golpes de Estado, publique un Informe como el Latin-barómetro divulgado durante el 2009 que abre, en su página 3, con una cita que es un poema y que literalmente expresa: “En el año 2009, América Latina sufre por primera vez un golpe de estado después de 31 años, desde que se inaugurara la democracia en lo que ha sido llamado ‘la tercera ola de democracia’ ”. Repicando sólo el último y más inobjetable golpe de Estado en el continente, el Imperio y sus maestresalas hacen tabula rasa del largo historial de golpes de Estado precedentes. Cuando se instigue el próximo, borraremos el recuerdo del propinado ayer contra Zelaya en Honduras, anteayer contra Aristide en Haití o trasantier contra Chávez en Venezuela. Es lo que ha funcionado hasta remontarnos a Guaicaipuro y Montezuma.
18. Suprima, mistifique y niegue sistemáticamente la historia. Haga invisible cómputos como los que publica el profesor Modesto Emilio Guerrero quien registra que desde el año 1902 hasta el golpe en Venezuela contra el Presidente Constitucional Hugo Chávez Frías en la región latinoamericano/ caribeña se propinaron 327 golpes de Estado. Esto contando los que se consolidaron (caso de dictaduras militares que se perpetuaron por meses o años) y aquellos que duraron pocos días, como fue el caso de los reiterados golpes de Estado en Bolivia. El ranking de golpes de Estado en el Siglo XX registra que el más cruento primer lugar lo ocupa Bolivia, con 56; le siguen Guatemala con 36; Perú con 31; Panamá con 24; Ecuador con 23; Cuba con 17; Haití con 16 hasta 1995; República Dominicana con 16; Venezuela con 12; Brasil con 10; Chile con 9; Colombia y Argentina con 8 y Uruguay con 5. En otras islas caribeñas se propinaron poco más de 10 golpes de Estado. Y en países como Paraguay, Nicaragua o República Dominicana las dictaduras militares que usurparon el poder político se eternizaron en el control del poder de dichos países por décadas. Niegue metódicamente que para inicios de la década del 70 más de la mitad de los gobiernos de todos los países del mundo eran resultantes de golpes de Estado, con lo que el golpe de Estado operado desde ultramar se tornó el método de sucesión gubernamental más frecuente por sobre las elecciones o el legado monárquico.
19. Apuntalado en la superioridad económica, militar, académica y simbólico-mediática del sistema capitalista mundial, niegue, subestime y desprestigie sistemáticamente los avances de los gobiernos y los pueblos progresistas, patrióticos y pro socialistas de la Región. En su lugar subraye y exalte el antagonismo entre grupos del bloque nacional-popular. Siembre la división y la ojeriza entre militantes de distintos partidos, alas de partidos, comunas, militantes, simpatizantes y funcionarios públicos progresistas/ socialistas. Ventee una y mil veces que el socialismo pertenece al rumbo errado de la historia. Y que toda la historia universal de chascos socialistas no puede estar equivocada.
20. Amparado en las publicitadas desviaciones de algunos ensayos nacionalistas y socialistas que fueron adrede descaminados hacia descarríos nazis o estalinistas empedrados de cacerías de brujas, atropellos y hasta pavorosas matanzas, construya una matriz de opinión internacional que asocie casi que instintivamente socialismo con crimen, asesinato, atropello de derechos humanos y deglución cotidiana de bebés. El procedimiento más efectivo —y por ende aquí recomendado— consiste en demonizar al líder del movimiento progresista/ nacionalista/ socialista, asociándolo con imágenes de sangre, crueldad, bestialidad, esquizofrenia, paranoia, delirios de grandeza y genocidio. Luego construya la asociación entre este líder previamente demonizado y su pueblo —a la par representado como enardecido, desequilibrado, violento, brutal, anti-moderno y sanguinario— y usted consigue el pretexto perfecto para la intervención diplomática, económica, cultural o militar que más convenga y aplique en cada caso.
21. Promueva la imagen de las plutocracias de la Región como modelos únicos de institucionalidad y vigencia democrática. πλουτοκρατία procede del griego ploutos -riqueza- y kratos -gobierno- y es un sistema político en el que el poder lo ostentan sólo quienes tienen bajo su puño los medios de producción, es decir las fuentes de acumulación de riqueza. Al usted confundir a la población en general de que plutocracia es sinónimo de democracia consigue invisibilizar y desmoralizar el sentido de los avances empedrados de contradicciones, pausas, diferentes ritmos y velocidades —siempre producto de los diferentes escenarios y correlación de fuerzas en la lucha de clase— de cada país.
22. Divide y vencerás, pervierte el sentido de la historia (historia de las luchas de clase) y vencerás, enloda la imagen de los hombres líderes de los procesos colectivos emancipatorios y vencerás, satura de Hollywood, Disney World y american way of life las mentes y corazones de los Pueblos, y vencerás.
23. Como se ha visto, los golpes de Estado en nuestra Región no son como se dice la excepción a la regla sino la regla. Los golpes de Estado en America Latina y el Caribe son cosa de “destino manifiesto”. Hacen ya parte de nuestra identidad revoltosa, de nuestra cotidianidad sin horizontes, de nuestro vicioso código genético. Bien lo exponía el latinoamericano de pura cepa Mario Vargas Llosa: «Las amenazas a la democracia en América Latina son el terrorismo, la debilidad del estado de derecho y el neo-populismo.»