El rumor que vinculó al presidente francés con una ministra y a Carla Bruni con un músico se convirtió en un tema de Estado. Sarkozy le apunta a Dati, una ex funcionaria despechada.
Los secretos del matrimonio presidencial galo, Nicolás Sarkozy y Carla Bruni, no permanecerán en la confidencialidad de su alcoba después de que la policía judicial de París anunció ayer la apertura de una investigación preliminar sobre el origen de los rumores que apuntaban a la presunta infidelidad mutua de la pareja del poder francés.
De acuerdo con la información publicada ayer por los principales medios franceses, la decisión respondió a una denuncia presentada por el grupo Hachette-Filipacchi, editor del periódico Le Journal du Dimanche, propietario de la firma donde se posteaba el blog del escándalo, bajo la figura de “introducción fraudulenta de datos en un sistema informático”.
La novedad publicada ayer por el semanario Nouvel Observateur se conoció un día después que el diario británico Daily Telegraph involucrara a la ex ministra de Justicia Rachida Dati en el cruce de rumores e infidelidades. De acuerdo con la publicación, la ex funcionaria había perdido sus privilegios del cargo, auto y custodios, extendibles por seis meses después de abandonar sus tareas, porque Sarkozy sospecha que actuó por despecho al haber sido expulsada del gobierno y alimentó los rumores que lo vinculaban a él con la ministra de Ecología, Chantal Jouanno.
Ayer, el semanario francés sumó nuevas pistas a la novela francesa al sugerir que detrás de la presentación interpuesta por Le Journal du Dimanche ante la policía judicial para investigar la filtración del rumor en el blog, se encuentra el propio presidente galo. Es que, para esta publicación, el despido de los responsables inmediatos del posteo en la web del cual se nutrieron los medios internacionales “no apaciguó la cólera de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni” y el mandatario está convencido de que “la publicación en línea de ese comentario no es más que un intento de desestabilización”.
El espacio en la web aludido refería a las supuestas infidelidades en la pareja presidencial, detallando un romance entre Sarkozy y Jouanno y vinculando sentimentalmente a la primera dama y ex modelo Bruni con el músico Benjamin Biolay. La información, posteada en la noche del 9 de marzo por un comentario anónimo identificado como “Miklo7”, fue desmentida rápidamente por todas las partes involucradas y el director de operaciones de la firma que comercializaba el blog, así como el empleado que era propietario del espacio virtual, fueron cesados en sus cargos. Aunque al parecer, esto no es suficiente para el Elíseo.
Debilitado en su imagen pública y golpeado por la doble derrota de su partido en la primera y segunda vuelta de las elecciones regionales de marzo, Sarkozy sufrió esta semana un nuevo revés cuando la mayoría conservadora que conforma su base política cuestionó duramente uno de los pilares de su plan de gobierno, la exención impositiva a los sectores acaudalados.
La primera salva la disparó el ex primer ministro Alain Juppé al plantear sus dudas sobre la efectividad y practicidad real del “escudo fiscal”, un dispositivo que limita a un máximo de 50% el impuesto sobre la renta. “No me molestaría que a los más ricos se les pida un esfuerzo de solidaridad adicional”, clamó Juppé.