Prensa Latina (PL)
 
Irán ratificó su intención de presentar una queja formal ante la ONU por las declaraciones amenazantes de Estados Unidos que dejan abierta la posibilidad de un ataque nuclear contra el país, denunció el vocero de la cancillería, Ramin Mehman-Parast.

El presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, confirmó el pasado viernes que su país procederá velozmente con el desarrollo nuclear pacífico y que nadie podrá doblegar la voluntad de su pueblo pese a las amenazas estadounidenses.

Según imágenes captadas aquí, el secretario de Defensa de la Casa Blanca, Robert Gates, reconoció la incapacidad nuclear iraní pero insistió en cercenar el avance en esta materia del país persa.

Irán carece de capacidad de posesión de armas nucleares pero continuamos insistiendo en la arena internacional para obtener sanciones contra el país persa, reconoció Gates en declaraciones captadas aquí.

«Nuestro juicio es que no tienen la capacidad nuclear. Todavía no. El gobierno de Ahmadineyad sigue progresando en ese sentido, pero va más lento de lo que ellos imaginaban», opinó Gates.

El jefe del Pentágono vaticinó que lograrán obtener otra resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para sancionar a Irán por su desarrollo atómico pese a que el gobierno iraní y expertos en el tema aseguran que su tecnología está destinada a fines pacíficos.

Durante este lunes y hasta mañana martes transcurre el foro nuclear en Washington donde asisten delegaciones de alto nivel de más de 40 países, muchos de ellos firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1962.

Israel, país no firmante del TNP, decidió a última hora cancelar la presencia del primer ministro, Benjamín Netanyahu y enviar en su lugar al vicepremier Dan Meridor para evitar desviar las acusaciones a su desarrollo nuclear de importancia clave en la región, opinaron expertos.

Tal decisión coincide con las discrepancias públicas con la actual administración estadounidense de Barack Obama acerca del distendido conflicto de la construcción de asentamientos judíos en la ocupada Jerusalén, ciudad santa que reclama Palestina como capital de su futuro estado.

El pasado martes, el gobierno de EE.UU. anunció que recurrirá a las armas nucleares sólo en circunstancias extremas, pero dejó abierta la posibilidad de su uso contra Irán y Corea del Norte, países no firmantes de los tratados de desarme.

La nueva estrategia nuclear de Estados Unidos fue anunciada por Obama dos días antes de la firma en Praga de un nuevo acuerdo de desarme con su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, que sustituyó al START de 1991 y que pretende la reducción de mil 550 misiles atómicos por ambas partes.

Rusia y China mantienen en Naciones Unidas su reticencia a la aplicación de nuevas sanciones contra Irán, frente a la persistencia de Washington, París, Londres y Berlín de imponer más castigos a Teherán.