Las intervenciones de los ex mandatarios Patricio Aylwin (1990-1994), Eduardo Frei (1994-2000), Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010) protagonizaron el cónclave de la Concertación, donde se dieron cita cientos de diputados, senadores y militantes del conglomerado que gobernó los últimos veinte años.
Bajo el lema «Reconstruyamos Chile», la cita se convirtió en el primer encuentro de los cuatro partidos que forman el bloque de centroizquierda en su nuevo papel opositor, después de la victoria del derechista Sebastián Piñera en las elecciones presidenciales del pasado 17 de enero.
Respecto al plan de reconstrucción, los ex gobernantes expresaron sus opiniones y plantearon algunas medidas concretas para su realización y financiación, aunque también afloraron las críticas al Gobierno.
Frei denunció que Chile está «frente a la mayor concentración de poder político, económico y comunicacional en su historia republicana de los últimos cien años».
«Parece que el espíritu de servicio público brilla por su ausencia» en la nueva Administración, sostuvo Frei, quien censuró el perfil empresarial del gabinete presidencial, ya que a su juicio demuestra que «no hay una separación clara entre los negocios y la política».
Coincidiendo con el resto de ex mandatarios, Frei sostuvo que el nuevo Gobierno cuenta con el dinero y las herramientas para afrontar con garantías la reconstrucción, aunque pidió que sea un proceso «transparente».
«No queremos que en nombre de la urgencia esto se empiece a prestar al tráfico de influencias», advirtió.
Michelle Bachelet, que dejó la Presidencia el 11 de marzo pasado con un apoyo ciudadano del 84%, sostuvo que se puede participar en política «sin tener conflictos de interés», una de las principales críticas que se le han hecho hasta ahora al presidente Sebastián Piñera.
«El país sin duda necesita de nuestra voz para la reconstrucción, la voz de quienes tenemos una concepción humanista de la política, una concepción participativa, una concepción de lo público y sin conflicto de intereses», aseveró.
Advirtió de que las medidas para levantar al país han de mantener a salvo la red de protección social, uno de los principales logros de su mandato y sello de su Gobierno.
Ricardo Lagos, en tanto, sostuvo que la financiación de la reconstrucción no debe afectar el desarrollo de las regiones del país que no sufrieron los embates del terremoto y el posterior maremoto.
En este sentido, Lagos propuso aumentar cuatro puntos, hasta el 21%, los impuestos a las grandes empresas, lo que permitiría recaudar 1.200 millones de dólares anuales y sumar en una década los cerca de 12.000 millones de dólares que necesita el Estado para hacer frente a las pérdidas.
Además exigió al Gobierno que consulte con la oposición todas las medidas que adopte, porque «no hay una sola forma de enfrentar la reconstrucción».
Renovar la coalición:
Los ex gobernantes aludieron en sus intervenciones al futuro político de la Concertación, pero evitaron la confrontación y abogaron por la unidad para realizar una buena oposición al Ejecutivo.
«Tengo la firme convicción de que esta derrota era perfectamente evitable», aseguró Ricardo Lagos, el más crítico de los ex presidentes, quien agregó que la coalición debe ahora «mejorar la calidad de la política, y eso implica mejorar nuestro funcionamiento».
«Ahora tenemos que ser capaces de generar nuevos liderazgos, reunirnos con nuestros alcaldes y modificar nuestra institucionalidad», sostuvo Lagos.
Para Patricio Aylwin, el primer presidente elegido democráticamente después de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el proyecto inicial del conglomerado, que nació para derrotar al Gobierno militar, fue «perdiendo vigencia».
«En el camino se deterioró nuestra cohesión interna y primaron los personalismos y los conflictos de poder sobre un proyecto común que se iba desdibujando», indicó Aylwin, quien ve en el rol opositor de la Concertación «una nueva oportunidad».
Eduardo Frei, el candidato derrotado en los últimos comicios, indicó que los partidos de la Concertación harán las «reformas necesarias» e instó a mantener la unidad.
«Nuestra fuerza reside en la unidad, en la unidad de nuestras fuerzas políticas, de liderazgo, y jamás debemos apartarnos de ella», apuntó.