Los autores del ataque, realizado el mismo día que el gobierno británico tenía previsto transferir más competencias policiales y judiciales al Ejecutivo regional, avisaron poco antes del estallido, lo que evitó mayores daños.
Cerca de 40 vecinos de los alrededores tuvieron que abandonar sus viviendas en mitad de la noche por motivos de seguridad, informó la agencia de noticias DPA.
Estas transferencias habían sido aprobadas en el acuerdo de Viernes Santo de hace doce años, por el que se selló la paz en la región británica entre católicos y protestantes, tras años de enfrentamientos que desde 1969 causaron más de 3.500 muertos entre las dos comunidades. Los católicos norirlandeses desean unirse a la República de Irlanda al sur, mientras que los protestantes abogan por mantenerse dentro del Reino Unido.
Después de años de enfrentamiento, el Partido Unionista, probritánico, y el Sinn Fein, católico, acordaron en 2007 formar un gobierno local conjunto.
Las autoridades políticas locales aseguraron este lunes en Belfast que el atentado, uno más de los registrados en los últimos meses, no frenará el proceso de traspaso de competencias.
En febrero se produjo un atentado que dañó un edificio judicial en la ciudad de Newry. En otra acción, en enero, resultó gravemente herido un policía en Antrim. En marzo de 2009 dos soldados británicos y un policía fueron tiroteados por los radicales. En todos los casos el IRA Auténtico reivindicó las acciones.