Fueron un total de siete las explosiones que se registraron en cinco barrios de la capital: Al Shola, Yokuk y Al Shorta al Raba, en el oeste de la ciudad, en Al Amel, en el sur, y en Al Salihiya, en el centro de la capital.
Por lo menos en un caso se trató de un coche-bomba y en el resto fueron suicidas o artefactos explosivos de origen desconocido.
Los autores lograron burlar las fuertes medidas de seguridad que rigen por toda la ciudad y que incluyen detectores de explosivos cuya eficacia, no obstante, ha sido puesta en duda por expertos extranjeros.
Fuentes policiales dijeron que dos edificios en los barrios de Al Shola y Yokuk se desplomaron como consecuencia de las explosiones. A primeras horas de la tarde aún se estaban removiendo los escombros buscando posibles víctimas.
En declaraciones a la televisión pública, el portavoz del Plan de Seguridad para Bagdad, general Qasim Atta, apuntó a Al Qaeda en Irak como autor de los atentados de hoy y dijo que las autoridades están en «estado de guerra» contra ese grupo terrorista.
Los atentados de hoy, perpetrados con pocos minutos de diferencia, se produjeron después de que el pasado domingo 30 personas murieran y 224 resultaran heridas en una triple explosión en el centro y el oeste de Bagdad que tenía como objetivo embajadas o consulados.
Los ataques de este martes en Bagdad son más sangrientos que la cadena de atentados ocurridos el pasado 25 de enero cerca de varios hoteles de esta capital, que causaron 36 muertos y más de 70 heridos.
La ola de violencia de estos días se produce en medio de las intensas negociaciones políticas para formar gobierno, a raíz de las elecciones parlamentarias del 7 de marzo, de las que no surgió un claro vencedor.
«No se puede instalar el nuevo gobierno sobre los cadáveres de los iraquíes», afirmó poco después de los atentados de hoy Ayad Alaui, líder de la alianza que mayor número de votos obtuvo, Al Iraqiya (La Iraquí).
Alaui hizo estas declaraciones en una rueda de prensa que dio mientras participaba en la campaña de donaciones de sangre a las víctimas de los atentados.
«Queremos formar un Gobierno constitucional que incluya a todos los iraquíes y que sea capaz de tomar las decisiones y aplicarlas, sobre todo en relación con los asuntos de la seguridad, los servicios básicos y la mejora económica de la familia», dijo Alawi.
Al margen de los atentados de Bagdad, en otras acciones armadas registradas hoy en Irak perecieron tres personas, entre ellas un soldado, según informaron fuentes policiales.
El soldado murió por disparos de hombres armados en el área de Haswa, 30 kilómetros al oeste de Bagdad. Seis personas están detenidas por sospechas de que estén involucradas en este ataque, agregaron las fuentes.
Por otra parte, dos civiles murieron al estallar una bomba lapa colocada en un automóvil, al norte de la ciudad de Baquba, capital de la nororiental provincia de Diyala.