Queridos y estimados Jefes de Estado y de Gobierno aquí presentes;
Delegados e invitados;
Venezolanos y venezolanas:
Nos emociona estar en Venezuela hoy 19 de abril, conmemorando el doscientos aniversario del inicio de la gesta emancipadora que significaron las luchas por la independencia en las colonias españolas en América.
Fue el embrión de un primer proceso integrador de la América Latina, pues Bolívar comprendió muy temprano el destino de los pueblos de nuestra región. Todo lo que hacemos ahora por la integración de América Latina y el Caribe comenzó precisamente aquí, un día como hoy hace dos siglos.
Aprovecho la oportunidad para, en nombre del pueblo cubano y del compañero Fidel, trasmitirles a todos los venezolanos y venezolanas nuestra sincera felicitación en esta fecha memorable y la eterna gratitud ante la memoria de su héroe principal, el Libertador Simón Bolívar, de quien Martí dijera «…en calma no se puede hablar de aquel que no vivió jamás en ella: ¡de Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies…!»
Celebramos hoy también la reunión cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, que realizamos en estos momentos y otros compañeros estuvieron trabajando durante los últimos días en los documentos que nos han presentado, organización integracionista de nuevo tipo, fiel continuadora del legado de nuestros próceres. El ALBA continúa avanzando sostenidamente para saldar la deuda social con nuestros pueblos.
La declaración de varios de sus Estados miembros como territorios libres de analfabetismo; la formación de recursos humanos, especialmente en las áreas de salud y educación; el estudio clínico genético psicosocial de personas con discapacidad, obra de enorme impacto humano, son algunos de los procesos que sobresalen en nuestra Alianza.
Los avances en la integración comercial y financiera, así como los esfuerzos en pos de la soberanía energética, alimentaria, tecnológica y en otras áreas clave de la economía, son también contribuciones destacadas de nuestra organización.
Coincide también hoy 19 de abril —como les decía hace un instante— el aniversario 49 de la victoria del pueblo cubano ante la invasión mercenaria de Playa Girón, la primera derrota del imperialismo en este hemisferio. En apenas 72 horas, bajo la conducción directa del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz (Aplausos), nuestros combatientes de las Fuerzas Armadas y milicianos, mediante enérgicos contraataques e ininterrumpidas acciones rindieron al contingente invasor, seleccionado y entrenado por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos y apoyado por la flota naval norteamericana que los escoltó hasta las costas cubanas y tuvo que resignarse a ser testigo del estrepitoso descalabro de aquella aventura.
Hace solo algunos días nuestra prensa, rememorando la efeméride, nos recordaba la gran campaña mediática que acompañó a la agresión militar, primero trataron de hacer ver que los bombardeos del 15 de abril de 1961 a las bases aéreas por aviones pintados con las insignias cubanas, se realizaron por nuestros pilotos, supuestamente disconformes con el rumbo de la Revolución. El 17 de abril cuando se inicia la invasión, las agencias de prensa norteamericanas difundían todo tipo de mentiras, afirmaban, por ejemplo, que la segunda ciudad de Cuba, Santiago de Cuba, ya estaba en manos de los invasores, que nuestra milicia se había dispersado, que Fidel se había dado a la fuga y yo estaba arrestado, llegaron al absurdo de informar al mundo de la toma del puerto de la ciudad de Bayamo, que por cierto no tiene costa y está situada en el centro de la antigua provincia de Oriente, la más ancha del país. Esa campaña nos recuerda la de ahora y las continuas campañas que hacen contra muchos de los países aquí presentes.
La Revolución Cubana en sus 50 años no ha podido ser, ni será destruida con el bloqueo, la subversión y la mentira. Cuba, al igual que Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, en uno u otro grado, son el blanco preferido de feroces y calumniosas campañas mediáticas, organizadas y financiadas por los centros del poder hegemónico en Estados Unidos, las oligarquías locales y en algunos casos la Unión Europea.
Ya vimos, hace menos de un año, como se ejecutó un golpe de Estado en Honduras, país entonces integrante del ALBA, con la complicidad y el apoyo del imperialismo y sus instrumentos mediáticos. Nuestros pueblos deben aprender las lecciones que se derivan de estos hechos y no dejarse confundir nunca por los cantos de sirena a que se nos somete a diario ni ceder jamás al chantaje y la presión.
La experiencia del largo y doloroso camino recorrido en la historia común de dos siglos nos enseña que sólo tenemos una alternativa: unirnos, luchar y vencer (Aplausos).
Me uno a las palabras, que también pronunció Evo, de felicitación al pueblo venezolano, a todos los representantes que desfilaron en ese magnífico desfile de hoy que nos llenó de emoción desde el principio hasta el final (Aplausos y exclamaciones), y ver a un pueblo puro ya armado, además de sus gloriosas Fuerzas Armadas que se les ve avanzar a ojos vista; ver a los estudiantes presentes en el desfile y en las tribunas, a los campesinos, a los obreros, a las múltiples manifestaciones culturales, muchas de ellas o la mayoría desconocidas por lo menos por mí y que demuestran la riqueza de este pueblo, igual que los demás pueblos hermanos del continente. Todo eso visto, aunque lo hice personalmente, quiero volverlo a ver en un video, como se dice, en un DVD, para disfrutarlo mejor, porque las cámaras de televisión toman —como me decía Chávez— muchas vistas mejores y que se nos escapan a nosotros allí presentes.
Para concluir, quiero sumarme también a un ¡viva a las Fuerzas Armadas y al pueblo armado venezolano! (Exclamaciones de: «¡Viva!»)
¡Viva el doscientos aniversario del inicio de las luchas emancipadoras de nuestra América! (Exclamaciones de: «¡Viva!»)
¡Vivan las gloriosas mujeres venezolanas que hoy vimos marchar con elegancia, prestancia y belleza! (Exclamaciones de: «¡Viva!»)
¡Viva la Revolución Bolivariana! (Exclamaciones de: «¡Viva!»)
¡Viva Chávez! (Exclamaciones de: «¡Viva!»)
Muchas gracias.