José Antonio Noriega, no es el primer servil, que recibe del imperio, maltratos y cárcel por los servicios prestados. Él es uno más en la lista. Varito sabe eso, la ingratitud imperial ya le tiene un numero asignado a varito: el numero 82. Mediante esos dígitos, Uribe se ha convertido en un rehén portátil del imperio. Lo dejaron llegar a la presidencia – lo mismo que a Noriega y a Saddam – para después tenerlos ensartados en las redes de la amenaza. Tan pronto varito se hizo presidente, recibió la visita del procónsul imperial, quien le entregó una copia del expediente basado en sus correrías con el máximo capo colombiano de la droga: Pablo Escobar Gaviria, también le refrescaron las andanzas de su padre y de cómo nacieron las Auto defensas de Colombia.
A varito le temblaron las manos y las piernas cuando vio en televisión a su ídem Noriega, escoltado y esposado ¿Por que será que el imperio asesino sionista yanqui es tan mal agradecido? Se pregunta varito. Varito sabe que no tiene lugar donde escapar, su destino está irremediablemente ligado a la voluntad yanqui. Por eso varito se esmera en arrastrarse hasta donde le ordenen. ¡Que mierda carajo! Exclama varito ¿como me libro de este infierno narco terrorista imperial que me tiene prisionero desde hace tiempo y que amenaza en endurecerse más si no le entrego el territorio colombiano?
Es el drama de los despatriados y los desclasados, de todos esos imbéciles que creyéndose el cuento de las riquezas fáciles, del poder cedido a cambio de favores como noriega, varito, Fox, Calderón, lobo, Micheletti, Pinochet, etc. Cada cual con mayor o menor desgracia a cuestas, unos terminan presos en cárceles de barrotes y con números en el pecho, otros terminas abandonados y siendo receptores del mas grande desprecio. Pero como dicen los abuelos, la procesión va por dentro y la inmoralidad resalta
Muy oscuro es el destino de Varito y de todos los que como él, creen en los cantos de sirena del imperio y terminan vendiendo hasta su progenitora. Así de magro será el destino de todos aquellos que dentro de la llamada oposición venezolana, tratan de entregar el destino de la patria y del pueblo Venezolano a los pies de los yanquis. Dios y la patria os lo reclamaremos.