La propuesta fue presentada en la mesa 10, en la que se debatió el tema del Protocolo de Kioto. Además, pidió la nulidad de la Cumbre de Copenhague y determinó que, de manera conjunta, todos los países trabajen en la disminución de los gases de efecto invernadero.
190 países ratificaron el Protocolo de Kioto al que, sin embargo, no se adscribieron grandes potencias contaminantes, como Estados Unidos y China.
Estados Unidos no suscribió el acuerdo argumentando que la disminución de emisiones de dióxido de carbono afectaría a su economía.
Con la propuesta de la Conferencia de Cochabamba, de bajar la emisión de gases en un 50%, se busca que la temperatura promedio en el mundo suba en sólo 1,5 grados centígrados, explicó el embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón.
En diciembre pasado, durante la Cumbre de Copenhague, no se logró definir el camino para establecer un acuerdo vinculante, para que los países industrializados redujeran sus emisiones de gases de efecto invernadero y las naciones emergentes contengan el ritmo de producción de éstos. La reunión fue considerada un fracaso por especialistas, gobiernos y medios de comunicación.
Otro de los principales puntos que incluidos en el documento final de Tiquipaya, es la ratificación de que el sistema capitalista es el principal causante del cambio climático que atraviesa el mundo.
Al respecto, el Presidente venezolano ha expresado su posición, asegurando que es necesario cambiar el sistema, no el clima.
El acuerdo final de este encuentro sobre el cambio climático será llevado a la Cumbre de Cancún, México.
Algunas de las conclusiones logradas son las siguientes:
Respaldo al Protocolo de Kioto: La Cumbre Climática de los Pueblos da su respaldo al Protocolo de Kioto y exige que los países lo cumplan.
Se concluyó que la batalla contra el calentamiento global no solamente pasa por urgentes regulaciones de la producción y del consumo, sino también por una dura batalla contra los paradigmas y patrones de conocimiento hegemónico.
Para lograr una armonía con la naturaleza se requiere que los gobiernos demuestren capacidad política y transformadora, donde se rijan con pensamiento de vida y también se puedan eliminar las prácticas depredadoras.
Valorizar y recuperar las agriculturas locales campesinas e indígenas y los conocimientos ancestrales de producción y recolección de alimentos.
Se estableció en cuatro artículos que la Madre Tierra es un ser vivo. Así como los seres humanos tienen derechos, ella los tiene, a ser respetada, a la continuación de sus ciclos vitales libre de las alteraciones humanas, y a mantener su identidad.
Se expresó el rechazo ante la moción de adaptación al cambio climático entendida como la resignación ante los impactos. Los países desarrollados deben adaptar sus estilos de vida y de consumo mitigando su impacto a la Madre Tierra.
En cuanto a la deuda ecológica de los países desarrollados, se determinó que constituye una obligación en respuesta a la responsabilidad histórica de los países desarrollados. Estos deben comprometer al menos el 6% del Producto Interno Bruto al año para enfrentar el cambio climático; no debe ser reembolsable.
Para atender el daño causado por el cambio climático, debemos implementar tecnologías sociales y sanas en cada país, en cada sector y en cada lugar, para ayudarnos a vivir bien y en armonía con la Madre Tierra.
También se acordó la constitución de redes entre los pueblos del mundo que tengan capacidad de acción para fortalecer las acciones a determinar en Cancún, México, y con posterioridad obtener el poder de decisión y acción para realizar cambios. (FIN/Prensa Presidencial)Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.