El derrame llegó a la población costera de Plaquemines Paris, cerca de la desembocadura del río Misisipi, tal como se había advertido en el momento que la mancha se ubicaba a cinco kilómetros de Luisiana.
Para ese entonces, la corresponsal de teleSUR en Estados Unidos, Andrea Arenas, informó que la llegada a las costas del derrame petrolero dependería del clima y que la trayectoria del viento sería el factor que podría llevar la marea negra más rápido a las desembocadura del Misisipi, uno de los cursos fluviales más largos del planeta.
La plataforma Deepwater Horizon, de la de la suiza Transocean Ltd, se hundió el 22 de abril, dos días después de que explotó y se incendió mientras terminaban un pozo para BP a unos 64 kilómetros al sureste de la desembocadura del río Misisipi.
Este derrame, cerca de convertirse en la peor tragedia ecológica en la historia de Estados Unidos, fue declarado «desastre nacional» por parte del presidente de ese país norteamericano, Barack Obama, quien ofreció «todos los recursos», incluso los militares, para tratar de solventar la crisis.
El decreto de Obama pone recursos federales al servicio de la emergencia en cuestión. El anuncio estuvo precedido por el hallazgo de una nueva fuga de petróleo, que vierte diariamente al mar más de cinco barriles de crudo, cinco veces más de lo estimado cuando se inició el derrame.
La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, insistió en que BP, que arrendaba la plataforma de prospecciones que estalló y se hundió la semana pasada, es «responsable» del derrame y le exigió reaccionar rápidamente.
Los estados de Florida, Alabama y Misisipi, también con litorales abiertos al Golfo, Mississippi, temen que la mancha de crudo llegue a afectar sus playas y contamine sus zonas pesqueras, cruciales para sus economías locales.
Ante el desastre, productores de camarones de Luisiana presentaron una demanda contra BP por negligencia y contaminación y solicitaron a la petrolera británica un resarcimiento por cinco millones de dólares.
La alerta por la magnitud del vertido de crudo también ha puesto alerta a las autoridades del estado mexicano de Veracruz (este), ya que la mancha, cada vez más grande, también amenaza con tocar las costas de esa entidad del país latinoamericano.
«Estamos en alerta, es una posibilidad que en los próximos días se pueda recibir en las costas de Veracruz algo de este crudo que todavía sigue saliendo», dijo la tarde del pasado jueves el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera.