Agencias


El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, conminó hoy a sus compatriotas a «cumplir su obligación patriótica» para asegurar la «supervivencia» del país, en medio de las fuertes protestas y la amenaza de huelgas de los principales sindicatos griegos por las medidas de ahorro gubernamentales.

La noche del jueves se registraron disturbios en Atenas durante una manifestación contra la política de recortes del gobierno. La policía utilizó gases lacrimógenos para evitar que un grupo de maestros atacara el Ministerio de Finanzas, un incidente en el que no hubo heridos.

Antes, unos 50 manifestantes con pasamontañas lanzaron piedras contra un grupo de policías delante de la sede del Parlamento. Los efectivos cargaron con garrotes contra los atacantes.

También el presidente griego, Karolos Papoulias, pidió a los griegos unidad. «Todos tenemos que participar en esta lucha crítica por nuestro país», dijo el jefe de Estado durante una reunión con el líder de la oposición, el conservador Antonis Samaras. Papoulias exigió por otro lado medidas de ayuda para los más necesitados.

Samaras, líder del partido «Nea Dimokratia» (ND), pidió por su parte una cumbre de los presidentes de todas las formaciones políticas, presidida por Papoulias. «Ha llegado la hora de la responsabilidad de todos», señaló.

 

Los disturbios del jueves tuvieron lugar al margen de las marchas de unas 300 personas que protestaban contra el cese de contrataciones en el sector público.

En el seno del gobierno se teme que la oposición de los poderosos sindicatos griegos ponga en peligro el drástico programa de ahorro, un paquete sin parangón en la historia del país. Por el momento se han anunciado más manifestaciones y huelgas para el 5 y el 6 de mayo.

Como parte de las condiciones para el programa de rescate, el Fondo Monetario Internacional (FMI) exige la suspensión de los salarios adicionales por un décimo tercer y décimo cuarto mes para funcionarios públicos, así como para jubilados.

Un portavoz sindical griego criticó las condiciones del organismo. «Ellos (el FMI) no exigen, sino dictaminan, y nosotros no tenemos elección», apuntó.

Entre otras medidas, está prevista también la subida del Impuesto al Valor Añadido (IVA) del 21 al 23 por ciento, el segundo incremento en este año. También subirían los gravámenes para el tabaco, las bebidas espirituosas y los combustibles, por tercera vez en 2010.

Las medidas son condiciones previas para el paquete de ayudas por un valor de 45.000 millones de euros en este año y posiblemente por más de 120.000 millones hasta 2012. Hasta entonces, Grecia debe haber ahorrado unos 24.000 millones de euros.

Además, se espera que se congelen los salarios del sector público por al menos tres años. «Es una pesadilla», señalaba hoy el diario «Apogevmatini». «No puede ser».