Agencias
El caos aéreo que provocó la nube de cenizas procedente de un volcán islandés a mediados de mes en Europa supuso pérdidas de entre mil 500 y dos mil 500 millones de euros para la aviación civil y los pasajeros, según declaró a la prensa en Bruselas el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, precisando que se trata de una estimación «muy, muy preliminar».
El valor, calculado por la Comisión Europea (CE), considera las pérdidas tanto de las compañías aéreas como de los operadores de turismo afectados por la cancelación de más de 100 mil vuelos, que dejó a unos 10 millones de pasajeros en tierra.
Sin embargo, “se trata de un cálculo muy, muy preliminar. Tenemos ahora que evaluar cuidadosamente esos números a nivel de los países miembros”, dijo en rueda de prensa el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas.
El comisario recordó que algunas áreas del sector del turismo salieron beneficiadas de la crisis, como los hoteles y las compañías de autobuses y trenes, que prestaron servicios a los pasajeros afectados por el cierre de los espacios aéreos.
Kallas señaló que la crisis puso en evidencia el “papel crítico que el sector del transporte aéreo tiene en el funcionamiento de la economía europea” y que es del interés de toda la Unión Europea (UE) ayudar a ese sector a “volver a condiciones normales”.
“Miles de negocios y de ciudadanos en toda Europa son muy dependientes de una industria aérea funcional y competitiva. Es nuestro interés sacar al sector del transporte aéreo de la crisis, y la CE hará todo lo posible para hacerlo”, afirmó.
Para ello, el comisario propuso una serie de medidas temporales, como levantar las restricciones a los vuelos nocturnos para permitir llevar a los pasajeros afectados a sus destinos finales y normalizar el suministro de bienes importados “lo más pronto posible”.
También sugirió suspender por un periodo limitado el cobro de las tasas que las compañías aéreas normalmente tienen que pagar a las autoridades de control de tráfico aéreo.
Al mismo tiempo, el Ejecutivo europeo considera que las “circunstancias excepcionales” que llevaron a la crisis justifican la concesión de ayudas estatales a las compañías, siempre que se concedan de acuerdo con un criterio “uniforme” a ser establecido a nivel europeo.
La medida “no puede ser usada para permitir ayudas injustas a compañías que no fueron directamente afectadas por la crisis”, precisó.
Por otra parte, Kallas insistió en la necesidad de garantizar la aplicación de la legislación europea relativa a los derechos de los pasajeros y asegurarse de que “ninguna compañía aérea se beneficie de una ventaja competitiva al evitar sus obligaciones legales”.
Para la CE, la crisis también puso de manifiesto la importancia de realizar cambios estructurales a medio y largo plazo para evitar nuevas situaciones de ese tipo.
Una de las ideas impulsadas por Kallas es poner en marcha un sistema que permita que “un transporte complemente” al otro, de manera que no haya un colapso en las infraestructuras de transporte europeas.
Además, el comisario volvió a señalar la importancia de acelerar la aplicación del llamado cielo único europeo, que a partir de 2012 armonizará el control de los 27 espacios aéreos de la UE.
Todas esas propuestas serán discutidas por los ministros europeos de Transporte en un consejo extraordinario que celebrarán en Bruselas el 4 de mayo y, de aprobarse, las medidas temporales y de corto plazo podrán ser activadas inmediatamente.