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La titular de Abuelas de Plaza de Mayo afirmó hoy que la causa judicial iniciada hace ocho años para establecer si los hijos adoptivos de la dueña del multimedio Clarín son hijos de desaparecidos «no es una cuestión política, sino de defensa de los derechos humanos».
Y pidió a Ernestina de Noble que «libere a los chicos» para que «piensen por sí mismos».
En una solicitada aparecida hoy en cuatro matutinos, entre ellos Clarín, con la firma de Felipe y Marcela Noble Herrera, los hijos adoptivos de la dueña del multimedio dicen que «nunca tuvimos ningún indicio concreto de que podamos ser hijos de desaparecidos».
«Nosotros queremos encontrar a nuestros nietos», respondió Estela de Carlotto al desvincular la búsqueda de Abuelas de hace más de 30 años a cuestiones políticas.
En declaraciones a Canal 7, Carlotto aclaró que «para las Abuelas, esta no es una pelea entre Gobierno y un medio. Esta causa se inicio hace ocho años y para nosotras no es una cuestión política sino de derechos humanos».
«Le pido a la señora de Noble que «libere a los chicos para que puedan pensar por sí mismos», y consideró que «si no existe delito (de apropiación), nada va a pasar; y si son nuestros nietos, van a seguir viviendo como deseen.» «No somos apropiadoras», enfatizó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo cuya institución lleva recuperados 101 hijos de desaparecidos.
«Me pregunto por qué tanta perturbación en un proceso que tenía que haber sido tan simple como otros», lamentó al aludir a los ocho años de demora de la causa judicial iniciada por Abuelas y se permitió dudar acerca de que Felipe y Marcela «hayan sido los autores de la solicitada».
Asimismo, Carlotto se dirigió a Marcela y Felipe Noble Herrera al expresar que «los queremos y respetamos muchísimo, sean o no hijos de desaparecidos».
«Queremos lo mejor para ellos que es su libertad y que efectivamente como adultos que decidan por ellos mismos», dijo y les recordó que «tienen derechos y también deberes».
En tanto, en declaraciones a radio América advirtió que «si existe delito de apropiación, ése no prescribe y no pueden quedarse con la voluntad `porque no quiero`», y agregó que tanto Marcela como Felipe «son ciudadanos que deben cumplir con lo que la ley marca».
Actualmente, y tras el rechazo a un recurso de apelación presentado por los abogados defensores, las muestras de sangre y de elementos personales para determinar el ADN de Felipe y Marcela se encuentran en el Banco Nacional de Datos Genéticos, a la espera de la orden judicial para que se efectúen los exámenes de histocompatibilidad con todas las familias y no sólo con dos como pretendía la defensa.