TeleSUR
La senadora colombiana Piedad Córdoba, aseguró este lunes que la organización humanitaria Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP) persigue dos objetivos fundamentales luego de concluir el actual proceso de liberaciones unilaterales de retenidos: que se de un intercambio humanitario entre el Gobierno y la guerrilla antes que el actual presidente, Álvaro Uribe, deje el cargo el próximo 7 de agosto, y que este acuerdo quede establecido como una política de Estado, y no de Gobierno. «Que el intercambio se de antes que el Presidente de la República», entregue el cargo y que «sea una política de Estado y no una política de Gobierno».
«Es muy importante tener en cuenta la respuesta que en el día de ayer (domingo) dio el presidente de la República», pues subrayó que el tema del acuerdo humanitario y la posterior solución del conflicto armado colombiano, «no se puede dejar de lado».
Este domingo, tras la liberación unilateral por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del soldado Josué Calvo, el presidente colombiano expresó que «no se opone al acuerdo humanitario» siempre que éste «no sea para devolverles delincuentes a las FARC». Enfatizó que no se puede «pensar en acuerdos de paz, mientras no haya un cese de actividades criminales».
Las palabras del mandatario fueron interpretadas por la senadora Córdoba como «una puerta que se abre para una solución política» de la guerra civil que vive Colombia hace 60 años.
«Me parece que hay una actitud de apertura por parte del Gobierno», insistió, tras enfatizar que la disposición de trabajar para alcanzar la paz en Colombia es un aspecto importante que debe asumir quien gane la presidencia en las próximas elecciones del 30 de mayo. Indicó que en todo el proceso de liberaciones «Colombianas y Colombianos (por la Paz) tienen como objetivo final lograr el intercambio humanitario que está enmarcado en el derecho humanitario».
Aclaró que «la tarea de nosotros (de Colombianas y Colombianos por la Paz) en el caso de la insurgencia (…) tiene que ver con la aplicación del derecho humanitario», labor que se extiende a lograr el desminado de los territorios, las desapariciones forzadas, y otros males que azotan a la nación, indicó la legisladora.
El acuerdo humanitario contempla el trueque entre los 22 rehenes, todos miembros de la fuerza pública, que las FARC considera como canjeables, y los insurgentes presos en cárceles colombianas y del exterior.
Al respecto, Córdoba expresó: «No sabemos quiénes son y cuántos son los que las FARC quieren que liberen, no se sabe». Luego de la liberación unilateral del cabo Moncayo programada para este martes, Córdoba se concentrará en «afinar los términos de la carta para avanzar en el tema del intercambio».
La senadora se refirió a una misiva que le enviará al presidente Uribe sobre el acuerdo de paz. Explicó que existe otra carta que tiene casi un año, donde la guerrilla establece sus parámetros para el intercambio. Indicó que en ese orden todo lo que sigue es esperar las condiciones del Gobierno del país. La senadora colombiana se mostró agradecida porque en las declaraciones del presidente Uribe del domingo, «él ya planteó y es que los (de las FARC) que sean puestos en libertad no vuelvan a delinquir. Eso se puede dar, si se quiere, en menos de lo que canta un gallo». «Nosotros estamos satisfechos con la apertura (del Gobierno)», agregó. «Cada cosa en su momento, (dijo el Presidente) y esta muy bien», continuó. La senadora liberal, consideró que «si no sale (el intercambio humanitario) antes (de que se vaya Uribe de la presidencia) se enreda más».
Aclaró que el canje «no tiene ni color, ni olor, ni sabor, la decisión es del Presidente de la República», pues «sería lo más procedente». La también vocera de Colombianas y Colombianos por la paz, Piedad Córdoba, indicó que el canje humanitario debe contar con la presencia internacional como garante del proceso, por lo que no descartó que se plantee la posibilidad de la participación de representantes de Brasil, de Suiza o del saliente presidente de Costa Rica, Óscar Arias.