Estas calificaciones sobre EEUU se exponen en el más reciente informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), publicado el pasado 24 de febrero.
La JIFE es una instancia subsidiaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que monitorea anualmente el comportamiento de la lucha antidrogas en el plano internacional.
De acuerdo con el informe, se calcula que EEUU tenía 5,3 millones de consumidores de cocaína y sus derivados, como el “crack” o “piedra”, en el 2008, todos ellos de 12 o más años. Dicha cifra representa aproximadamente el 2,1% de la población (párrafo 435).
Respecto a la producción de marihuana, el numeral 416 también advierte que el cultivo de la planta cannabis, cuyos cogollos se usan para procesar la marihuana, sigue aumentando en el país norteamericano: “Se estima que la cantidad total de cannabis producida ilícitamente en los Estados Unidos es superior a la cantidad total de cannabis que hay en el país proveniente de otros países”.
Asimismo, el párrafo 434 expresa que “En los Estados Unidos el cannabis sigue siendo la droga ilícita más comúnmente consumida: en 2008 la consumieron 25,8 millones de personas (o sea, el 10,3% de la población de 12 o más años de edad)”.
Este y otros informes de la ONU acerca de la lucha antidrogas en el plano internacional han destacado el hecho de que la producción de marihuana en EEUU alcanza en la actualidad unas 10 mil toneladas métricas anuales, cifra que comporta una capacidad rentística mayor al trigo, el heno, los vegetales y otros rubros característicos de ese país.
Por otra parte, los diagnósticos de la producción de marihuana efectuados en 2009 en todo el mundo determinaron que Estados Unidos se ubica entre los principales productores de la versión transgénica, conocida como “la supermarihuana”, modificada en los laboratorios del narcotráfico para incrementar la concentración de tetrahidrocanabinol (THC), la sustancia psicoactiva de la planta responsable de los efectos alucinógenos y depresores.
La concentración normal de THC en la marihuana orgánica es de 4%, mientras que en la transgénica puede llegar hasta el 20% o más, lo cual actúa como un potente agresor contra las neuronas y explica por qué esta droga ha sido denunciada en diversos países como la causante de Alzeimer en jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 26 años.
El presidente de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) de Venezuela, coronel Néstor Reverol, también denunció la más reciente “creación” de los científicos dedicados al narcotráfico en EEUU.
Se trata de una versión sintética, conocida como K2, que, según describe un despacho noticioso de la agencia Associated Press (AP), fechado el pasado 18 de febrero, “es una mezcla de hierbas y especias a la que se agrega un compuesto sintético similar al THC, el ingrediente psicoactivo de la marihuana”.
“La sustancia se vende a través de la internet y en muchas tiendas especializadas en drogas, que lo presentan como incienso. Los ingredientes principales del K2 están prohibidos en casi toda Europa, pero no están regulados en Estados Unidos”, dice la nota, enviada por una corresponsal de la citada agencia desde Jefferson City, Misuri (EEUU, ver accediendo al vínculo http://noticias.latino.msn.com/salud/articulos.aspx’cp-documentid=23476006).
Acerca de este hecho y de todo lo referido por la JIFE, se espera que el gobierno de EEUU se pronuncie en su propio informe, que es redactado por el Departamento de Estado y será publicado y entregado al Congreso de ese país este lunes 1 de marzo, o en los próximos días.