Elargentino
El jefe de Gobierno porteño presentó modificaciones en el régimen de faltas, y reclamó la prohibición de palos y máscaras en las protestas que se realicen en Buenos Aires. «Vamos a seguir trabajando para desterrar las mafias que se enquistaron en la sociedad», dijo el funcionario.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, informó los cambios en el Código que rige la Ciudad. Entre las medidas se destacan, el uso del espacio público y sanciones a los «trapitos» y limpia vidrios, usar la cara encapuchada en manifestaciones, y una ley «especifica» que habilite a la Metropolitana para usar las armas Taser.
Macri, anunció un proyecto de reforma para endurecer el Código de Convivencia de la Ciudad de Buenos Aires. En la que expuso una fuerte ofensiva contra los «cuidacoches y trapitos».
El jefe porteño, dijo que «planteamos una modificación para priorizar la seguridad de los vecinos», e instó a los legisladores a que lo traten «esperando no se politice».
«Vamos a seguir trabajando para desterrar a las mafias que se han enquistado en la sociedad, manipulando y extorsionando a nuestros jóvenes para hacerlos delinquir», señaló Macri durante la conferencia de prensa.
Además, pidió que la Legislatura debata la iniciativa «con la urgencia que amerita, sin politizarlo, pensando que la gente tiene miedo y necesita resolverlo».
Por su parte, el ministro de Seguridad y Justicia porteño, Guillermo Montenegro, mencionó que se tratará «una ley especifica que habilite a la Metropolitana para usar las armas eléctricas Taser».
Según explicó Montenegro, la portación de ganzúas se considerará un delito, mientras que se endurecerán las penas por ensuciar los bienes y espacios públicos.
Así, las principales autoridades del Gobierno porteño destacaron las modificaciones, que en algunos casos contemplan fuertes penas: para personas que tengan la «cara encapuchada»; a los que «porten ganzúas»; pintadas en espacios público; tratar una ley «especifica» para usar las armas Taser; un registro de ADN para violadores y «otros delitos».
También se mencionó que habrá fuertes sanciones por la violación de precintos policiales, y más control para limpia vidrios y los trapitos o «cuidadores» de autos.
La Legislatura porteña había votado el Código, por unanimidad, en el año 1998, cuando creó una comisión para incorporar nuevas figuras y modificar algunas de las ya contempladas.
En esa oportunidad las modificaciones se dieron en medio de fuertes polémicas sobre la prostitución, los travestis y la seguridad.
Luego de las polémicas, esos cambios en el Código de Convivencia Urbana, penalizaba la oferta y la demanda de servicios sexuales en los espacios públicos y adoptando una serie de medidas para mejorar las condiciones de seguridad en la Ciudad.
Esas reformas fueron resultado de los reclamos vecinales y también de las condiciones políticas de la coyuntura de fines de los 90.
El macrismo ya había presentado, en 2004, en la Legislatura porteña un proyecto para hacer cambios en el Código de Convivencia Urbana, en el que establecía como eje, un esquema de mayor dureza ante las movilizaciones y la prostitución, similares a las actuales, lo que provocó fuertes resistencias.