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La izquierda ha barrido este domingo la segunda vuelta de las elecciones regionales celebradas en Francia al partido del presidente Nicolas Sarkozy, cuyo movimiento conservador no tuvo más remedio que asumir la derrota.
En una comparecencia, el ministro del Interior Brice Hortefeux ha dicho que la izquierda ha obtenido en torno al 54% frente al 36% los partidos de derecha y centro y el 10% la ultraderecha. Casi exactamente los mismos datos que ofrecían los sondeos a pie de urna.
Aunque el ministro no ha detallado los datos por territorios, las proyecciones de los medios dan a la izquierda la victoria en 21 de los 22 Consejos Regionales en juego en la metrópoli, donde únicamente Alsacia quedaría en manos de la gubernamental y conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP).
La izquierda, con el Partido Socialista (PS) al frente, que ya gobernaba desde 2004 en 20 de esas entidades regionales, se hace además con el poder en Córcega, mientras que la UMP compensa la pérdida de la isla mediterránea con el vuelco que protagoniza en el territorio ultramarino de la Reunión.
La mitad del electorado, en casa
La participación fue ligeramente superior en esta segunda vuelta de los comicios regionales, considerados una prueba de fuego para el partido de Sarkozy, después del histórico 53,6% de abstención de la primera vuelta, disputada el pasado 14 de marzo.
Según los datos oficiales del ministerio del Interior, la abstención fue en esta segunda vuelta del 48,81%.
El primer ministro, François Fillon, ha admitido la derrota no mucho tiempo después del cierre de los colegios electorales, refiriéndose a «una decepción para la mayoría» y un «éxito de las listas de izquierda».
«No hemos sabido convencer (…) Asumo mi parte de responsabilidad», ha añadido Fillon. También ha achacado el resultado a «la crisis económica mundial» que «ha puesto las cosas difíciles al Gobierno».
Con estos resultados, parece inevitable que Sarkozy acometa una remodelación de su gabinete en los próximos días, aunque el primer ministro parece que no corre peligro pues goza de niveles de popularidad superiores a los del propio Sarkozy.
Los franceses han elegido a regiones de izquierda que les protegen y mejoran su vida cotidiana
La líder de los socialistas franceses, Martine Aubry, ha hablado de «victoria sin precedentes». Los franceses «han elegido a regiones de izquierda que les protegen y mejoran su vida cotidiana», en alusión a los gobiernos regionales en juego en los comicios.
Su rival de hace unos meses al frente del partido y ex candidata presidencial Segolène Royal, alcanzó en su región de Poitou-Charentes un más que holgado 61% de los sufragios en su candidatura conjunta con los ecologistas, frente al 39% de la UMP.
Marine Le Pen, vicepresidenta del derechista Frente Nacional e hija de su líder, Jean Marie Le Pen, que según el sondeo de Le Monde ha logrado un 17,5% de los sufragios en las regiones donde se presentó, aseguró que el incremento de votos para su partido es «un éxito enorme».