Además de mantener las dos regiones en las que ya gobernaba (Lombardía y Veneto), ha arrebatado al centro-izquierda otras cuatro, entre las que figuran Piamonte (norte), Lazio (centro), Calabria y Campania (sur).
La coalición de centro-izquierda, en cambio, ha conseguido mantener su hegemonía en Puglia, Liguria, Basilicata, Emilia Romagna, Toscana, Umbria y Marche, quedándose con la presidencia de un total de siete regiones.
Aunque el centro-izquierda gobernará en una región más que el centro-derecha (siete contra seis), la remontada de éste último en regiones tan importantes como el Lazio, cuya capital es Roma; Campania y Calabria, considerados dos emplazamientos clave en el sur; y el Piamonte, que confirma la expansión del centro-derecha en el norte del país; convierten a Berlusconi y, sobre todo a la Liga Norte, en los verdaderos vencedores de las elecciones.
Quien también ha ganado en estas elecciones ha sido la abstención, que ha subido 7,8 puntos. La afluencia a las urnas ha pasado del 72% registrado en 2005 al 64,2% de este año, según los datos registrados por el Ministerio de Interior, que sólo atañen a nueve de las 13 regiones en liza, ya que en Toscana, Marche, Puglia y Calabria los datos se recaban a nivel regional.
La abstención más aguda fue registrada en la región del Lazio, donde la afluencia a las urnas cayó hasta 12 puntos. Con toda probabilidad, la pérdida de votantes en esta región se debe a la exclusión de la lista del PDL, que quedó fuera de los comicios por superar el plazo en que debía ser presentada la lista electoral de su candidata, Renata Polverini. Aun con todo, ésta no quedó excluida de las elecciones gracias a una lista cívica independiente, que es la que finalmente le ha dado la victoria.