Greenpeace, defensora del medio ambiente, denunció que los habitantes de Arlet y Acocan, dos ciudades mineras donde la entidad francesa opera, viven en un medio de atmósfera envenenada, con tierra y aguas contaminadas.
El reporte de Prensa Latina indica que la organización internacional puntualiza que cada día se mantiene una peligrosa exposición de los nigerinos a las radiaciones, la pobreza y las enfermedades.
El documento insta a hacer un estudio exhaustivo sobre la situación de las minas y las citadas ciudades.
También pide se haga una limpieza y acciones de descontaminación, de manera abarcadora y profunda.
Incluso, reconociendo la falta de prolijidad de su estudio, Greenpeace encontró anormales concentraciones de uranio en el suelo, y de un gas natural radiactivo llamado radón en el aire.
Por su parte, la entidad francesa alegó trabajar de acuerdo con normativas internacionales y calificó de infundadas las conclusiones de la organización ecologista.