Panorama Alternativo


El general Bosco Pesce, a cargo del Maule, fue aún más firme: «La orden a nuestros soldados ha sido clara; [exigir] detenerse al primer aviso y si no obedece al segundo aviso, disparar a matar».


A las 18 horas de ayer, se inició el tercer día de toque de queda decretado por el Gobierno para impedir la circulación de personas y, de este modo, poner freno a las bandas que se han dedicado a saquear comercios y casas y a prenderles fuego. Esta medida de excepción, que el primer día se aplicó durante seis horas, fue ampliada a una duración de 16 horas, ya que resultaba insuficiente para acabar con la violencia de las bandas. Ayer se amplió otras dos horas más, hasta 18 diarias de toque de queda.


Tras reunirse con jefes militares y policiales, la presidenta Michelle Bachelet, advirtió ayer de que ambos estamentos «actuarán con toda la severidad necesaria» para frenar los saqueos y el pillaje. El domingo, Bachelet entregó a los militares el control de la seguridad en las calles de las regiones del Maule y del Bío Bío. «Quienes pretendan delinquir o causar desórdenes, sufrirán todo el rigor de la ley», reiteró la presidenta.

 

 

 

El general Bosco Pesce, a cargo del Maule, fue aún más firme: «La orden a nuestros soldados ha sido clara; [exigir] detenerse al primer aviso y si no obedece al segundo aviso, disparar a matar».