El Tiempo
El ex Ministro de Defensa invitó a los conservadores a reflexionar sobre los riesgos de ir solos a la elección. Así mismo, aseguró que con Chávez utilizará la diplomacia y prudencia.
Después de hablar en privado con el presidente Álvaro Uribe, el pasado sábado, Juan Manuel Santos confesó que su desafío es armar una gran coalición para ser elegido Presidente en la primera vuelta.
Pero, ese trabajo parece que va muy adelantado. Santos le dijo a EL TIEMPO que ya ha hablado con conservadores, liberales, gente de Cambio Radical y con independientes.
¿Cómo recibió la noticia de la Corte?
Con cierta sorpresa. Hace un mes nadie pensaba lo que sucedió. Antes de la ponencia del magistrado Sierra muchos pensábamos que la Corte le iba a dar el visto bueno.
¿Se cree el sucesor de Álvaro Uribe?
Aspiro a ser su sucesor, no su remplazo. Voy a continuar y mejorar sus políticas, y a defender su legado.
¿Qué le dijo el Presidente el pasado sábado?
Me dijo que él y yo tenemos desde hace mucho tiempo una identidad sobre lo que queremos para este país, en las políticas que son necesarias, los ideales para llevar a este país a un mejor destino y que tenemos que continuar lo que hemos venido construyendo juntos. Que no podemos permitir que alguien llegue para echar reversa y que espera que se dé una gran coalición. No sólo obtener unos buenos resultados para el partido de ‘la U’ el 14 de marzo, sino también construir una gran coalición que garantice que las políticas fundamentales podrán continuar.
Y que en esa gran coalición, en primera instancia, debería estar nuestro socio en esta travesía, el Partido Conservador, pero que no se debe limitar sólo a esa colectividad, sino también a Cambio Radical, que ha tenido una gran afinidad con la Seguridad Democrática y los principios básicos de lo que el presidente Uribe ha sembrado. Y con los liberales uribistas, que son muchos. Precisamente, me recordó que él y yo somos de origen liberal y que hay mucho liberal partidario de la continuidad y no de la ruptura, que allí hay un gran potencial. Y que, por supuesto, vaya por todos esos colombianos independientes que no tienen partido, pero que consideran que todo lo que se ha hecho es importante y que tampoco quieren ver un cambio de rumbo.
¿El apoyo de Uribe es indispensable para un triunfo suyo?
Un apoyo del Presidente en este momento es muy importante y eso lo valoro en todo su significado. El presidente Uribe ha sido un líder excepcional, que terminará su mandato con un gran reconocimiento nacional, y si yo soy presidente garantizo la continuación de su obra, porque para este país y en este momento, retroceder no es una opción.
¿Cree que parte hacia la Casa de Nariño con ese activo en el bolsillo?
He dicho que sólo llegaré a ser presidente con el apoyo del pueblo uribista. Y en cuanto al Presidente, él conoce mi capacidad de trabajo y de ejecución de sus políticas fundamentales, como la Seguridad Democrática, la cohesión social y la confianza inversionista.
¿Va a haber guiño o no?
Eventualmente, pero no creo que se haga antes de que esto haya avanzado.
¿Cómo va a construir esa gran coalición?
Uno a veces cree que algo es difícil pero trabajando y trabajando suceden los aciertos. Ocurrió con el partido de ‘la U’, mucha gente me decía: «¡Eso es una aventura imposible!». Sin embargo, la pusimos en marcha y creo que hemos sido muy exitosos. De eso también hablamos con el Presidente. Con esta gran coalición mucha gente será escéptica, pero creo que es muy posible y estoy comenzándola a hacer. ¿Cómo lo estoy haciendo? Estoy tendiendo puentes con el Partido Conservador, como partido. Tuve una charla hace un par de meses con el presidente del conservatismo, he tenido conversaciones con algunos de sus principales dirigentes. Con Cambio Radical creo que hay que esperar a que se madure la situación. Pero veo que Cambio, en forma natural, va a llegar a esta gran coalición. He tenido conversaciones con algunos de los más importantes senadores y lo que uno encuentra es una gran receptividad.
En los liberales lo mismo. Hay muchos liberales que se han acercado a decirme que ellos no ven que el Partido Liberal vaya por buen rumbo, que ellos quisieran hacer parte de esta gran coalición. Y ni qué hablar de los independientes. Allí hay gran espacio, donde también he encontrado mucha receptividad.
Se trata de ir sumando todo para que esa coalición llegue con un gran candidato a la primera vuelta y ganar ampliamente en esa cita electoral.
¿Sabe que necesita más de 5 millones para ganar en primera vuelta?
Si hacemos una buena coalición yo creo que podemos. Lo que estoy percibiendo estos últimos dos días en cuanto a apoyo de la gente, en diferentes sectores, me da pie para pensar que no es imposible ganar en la primera vuelta.
¿Cuando dice que Cambio Radical llegará a la coalición, se refiere a un sector o a Germán Vargas?
Hablaré con Germán Vargas, por supuesto. Pero no quiero que se sienta presionado. No quiero pecar de impertinente y cada cosa en su momento.
¿Esa coalición debe formarse antes de primera vuelta?
Sin duda. Los resultados del 14 de marzo nos van a dar un panorama mucho más fértil para sembrar esa coalición.
¿Pero el principal aliado sería el conservatismo?
Si el Partido Conservador saca un número importante de congresistas y ‘la U’ también, sumados tendremos más del 50 por ciento del Congreso. Imagínese lo que eso significaría para la gobernabilidad del país en los próximos 4 años.
¿Pero depende de quién gane la consulta conservadora?
El Partido Conservador, como partido, debe reflexionar sobre los riesgos de ir por un camino y la conveniencia de ir por el otro. En este caso tampoco quiero pecar de impertinente. Espero que eso se vaya dando naturalmente. Pero el Partido Conservador tiene que ver los riesgos de no entrar a la coalición y de irse solos hasta el final.
¿Si Noemí gana, hará ese ejercicio con ella?
Depende de la disponibilidad que tenga el Partido para entrar en conversaciones. He tenido diálogos con dirigentes importantes de la colectividad y veo que hay una gran disposición.
¿Ve espacio para hablar con Sergio Fajardo antes de primera vuelta?
Fajardo ha dicho que va a la primera vuelta pase lo que pase. No veo que haya muchas posibilidades de que entre a esta gran coalición.
¿Si es Presidente, nombraría a Uribe ministro de Defensa?
Pensar eso en este momento no me parece conveniente. El presidente Uribe va a estar activo. Álvaro Uribe va a estar presente durante mucho tiempo en el escenario político de este país.
¿Le llama la atención una mujer como Vicepresidenta?
Hombre o mujer, siempre y cuando interprete toda la dimensión de nuestra propuesta uribista.
¿Le ayudará a Arias a ganar la consulta conservadora?
No creo que convenga interferir la consulta conservadora.
¿Siente que tiene que ser a partir de hoy más prudente con los asuntos del presidente Chávez?
¿Le ha parecido que he sido imprudente últimamente? Voy a mantener la misma tónica de los últimos meses. Queremos las mejores relaciones con todos nuestros vecinos. Soy el más interesado en que esas relaciones sean las mejores posibles. De mi parte no saldrá ninguna provocación. Con el presidente Chávez buscaré un equilibrio, por un lado desde la diplomacia y la prudencia. Y por otro, con toda la firmeza y mucha dignidad.
Deplora la salida de Enrique Santos, su hermano
¿Qué piensa de que su hermano, Enrique Santos, ex director de EL TIEMPO, se retire este diario?
Lo veo con tristeza porque somos hermanos y trabajamos en EL TIEMPO juntos. Él fue mi profesor y me enseñó a hacer lo que hice como periodista. Duró toda una vida en el periódico, pero son ciclos de la vida que hay que aceptar. Cuando me contó la noticia estaba muy triste, pero convencido de que era el paso correcto en su vida. El periodismo y EL TIEMPO pierden a un gran periodista. Él y yo, juntos, nos ganamos el primer premio Rey de España en 1985 (escribimos una crónica criticando la revolución ‘sandinista’), y mire la paradoja: Daniel Ortega está hoy en el poder. Pero la vida es así.
Me parece un acto de grandeza de Enrique que ad portas de cumplir sus 65 años, que él siempre ha dicho que es la edad de retiro, pues que tome esa decisión. Mucha gente quiere prolongar su actividad y su vida profesional más allá de lo que corresponde.