Telam /Matriz del Sur

«Es un acto muy emotivo y una justa reparación», declaró Garré a la prensa al concluir esta tarde en la Plaza de Armas del Edificio Libertador el homenaje a los soldados conscriptos detenidos-desaparecidos entre 1975 y 1983.

En 43 de los casos de conscriptos desaparecidos en esos años «se cometió la crueldad extra de hacerlos figurar en los registros (de las Fuerzas Armadas) como desertores», subrayó la ministra.

«Lo importante era corregir los legajos y explicar que esas personas están desaparecidas pero dejando el falso testimonio de que eran `desertores` como prueba de la ignominia», dijo Garré al concluir el acto al que acudieron numerosos familiares y amigos de las víctimas.

La ministra de Defensa y Sara Steimberg, madre de un conscripto secuestrado en 1976 en el Colegio Militar, hablaron en la ceremonia durante la cual fue descubierta una placa de homenaje a los soldados detenidos-desaparecidos.

Acompañaron a Garré en el acto los jefes del Estado Mayor Conjunto,brigadier Jorge Chevalier; el Ejército, general Luis Pozzi; la Armada, almirante Jorge Godoy y la Fuerza Aérea, brigadier Normando Costantino.

También estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos del Gobierno nacional, Eduardo Luis Duhalde, funcionarios de Defensa, legisladores y agregados militares extranjeros.

«Nunca soñé, ni en mi sueño más loco, con llegar a este homenaje», dijo Sara Steimberg en un emotivo discurso en el que agradeció a la ministra Garré, con la que se abrazó al concluir sus palabras.

Su hijo Luis Pablo Steimberg fue secuestrado junto al también conscripto Luis Daniel García en el 1976 en el Colegio Militar, en esa época dirigido por Quien fue unos años después el último dictador, Reynaldo Bignone.

Por su parte, Garré subrayó que el «Estado Democrático de Derecho tiene la obligación de construir una memoria colectiva» reparadora, «una historia que asuma sus errores como forma de acercarse a la verdad».

«Por ello es que hoy descubrimos esta placa en homenaje de los soldados conscriptos víctimas de desaparición forzada de personas durante el cumplimiento del servicio militar obligatorio entre 1975 y 1983», añadió en su discurso.

Recordó que se llegó a «esta instancia de cercanía con la verdad» por la «lucha incansable de todas y todos los que trabajamos cotidianamente por la memoria, la verdad y la justicia».

En este marco situó la Resolución Ministerial Nº 420 del 2009, mediante la cual requirió a la Dirección Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la cartera de Defensa un informe sobre los conscriptos desaparecidos.

El informe elevado a Garré por la titular de esa Dirección, Ileana Arduino, tomó en cuenta los 43 registros informados por las tres Fuerzas Armadas y otros 12 casos, en total 55, considerando también los datos del Archivo Nacional de la Memoria (ANM).

Casos de desaparición forzada de conscriptos en unidades de las tres Fuerzas Armadas fueron denunciados ya en tiempos de la dictadura y recopilados en uno de los folletos que el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) comenzó a publicar en 1982, sobre el sistema represivo.

«Relatos y testimonios que prueban, sin lugar a dudas, que las `desapariciones`, a partir de 1976, de casi un centenar de jóvenes que cumplían con el servicio militar obligatorio fueron, en realidad, detenciones ordenadas por sus superiores o ejecutadas por agentes de los servicios de inteligencia con aprobación de aquellos”, escribieron en aquel folleto del CELS Augusto Conte Mac Donell, Noemí Labrune y Emilio Fermín Mignone.

Por su parte, el capitán José Luis D`Andrea Mohr (fallecido en el 2001) denunció en su libro «El batallón perdido” la detención-desaparición de al menos 129 conscriptos entre 1976 y 1983.

Asociaciones de ex soldados nacidos entre 1953 y 1959 formularon denuncias similares, igual que los familiares, amigos y compañerosa de los soldados desaparecidos mientras cumplían el servicio militar.