Sebastián Premici/página12

–¿Por qué se eligió dictar un nuevo DNU para destrabar el conflicto por el uso de las reservas? –preguntó Página/12 a una alta fuente del oficialismo parlamentario.

–No nos importa salir del conflicto, sino usar las reservas –respondió el legislador.

 

Con esta frase, una alta fuente del oficialismo parlamentario en Diputados, conducido por Agustín Rossi, reconoció a este diario que el Gobierno no espera negociar en el Congreso la aprobación del nuevo DNU, sino que todas las fichas están puestas en la conformación del Fondo del Desendeudamiento Argentino (Fondea) –tal cual ocurrió ayer con la transferencia del dinero realizada por el Banco Central– y hacer uso del mismo antes de que el Parlamento o la Justicia vuelvan a intervenir. De hecho, otra fuente del oficialismo, de diálogo permanente con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, señaló a este diario que la Corte Suprema “abogará explícitamente” por la vía política para evitar una nueva “judicialización” del conflicto. De todas maneras, la oposición ya adelantó que recurrirá a la Justicia e intentará realizar este jueves una sesión especial para anular el nuevo DNU, que ya fue publicado ayer en el Boletín Oficial, a través de un suplemento complementario.

 

El anuncio de la Presidenta causó sorpresa dentro de la oposición –que rápidamente salió a decir que se estaba cerrando virtualmente al Congreso– y a algunos referentes del propio kirchnerismo, quienes esperaban un proyecto de ley y no un decreto de necesidad y urgencia. “Es una locura que sea por DNU, tiene que ser por ley, si no vamos a seguir con el quilombo”, fue la reflexión de un legislador ante la consulta de este diario. El diputado, muy cercano a Néstor Kirchner, también se sorprendió por el faltazo de Amado Boudou, ministro de Economía, a la inauguración del nuevo período de sesiones ordinarias. En el Palacio de Hacienda lo atribuyeron a que se quedó en su despacho trabajando en la implementación de los anuncios que hizo la Presidenta en el Congreso.

A partir de la fallida sesión del Senado de la semana pasada, donde la oposición no pudo reunir el quórum propio gracias a la ausencia de Carlos Menem, el oficialismo renovó las expectativas de una nueva negociación en torno del Fondo del Bicentenario. De ahí que se especuló con la posibilidad de que el Ejecutivo enviara un proyecto de ley, iniciativa que habría recibido el visto bueno de los pampeanos Carlos Verna y María Higonet.

Pero ese proyecto de ley devino en un nuevo DNU. Algunos referentes del oficialismo especularon con que ya se había negociado con Verna una aprobación del nuevo decreto de necesidad y urgencia. Sin embargo, un senador que pertenece a la conducción del bloque, que lidera Miguel Angel Pichetto, desestimó el acompañamiento de Verna y su colega.

“Se piensa que un conjunto de senadores acompañarán el nuevo DNU porque se incluyeron algunas modificaciones, como la especificación del tipo de deuda. Pero me parece que es una interpretación complicada y errónea. Acá vamos a tener que lidiar con un nuevo conflicto político”, afirmó el senador kirchnerista a Página/12. El otro escenario conflictivo que podría darse en la Cámara alta tiene que ver con la confirmación de Mercedes Marcó del Pont al frente del Central.

Varios legisladores de la oposición le hicieron saber a la conducción del bloque que el pliego para su designación no será avalado por la Comisión de Acuerdos, donde el oficialismo tendría la presidencia pero estaría en minoría. De no tener el aval de la comisión, la designación de la funcionaria no podría tratarse en el pleno de la Cámara.

Al decir de varios legisladores del oficialismo, el escenario parlamentario no cambió con el nuevo DNU. De hecho, se agudizó. El bloque de Proyecto Sur ya anunció que participará de una sesión especial convocada para este jueves para anular el nuevo DNU, cuando la semana pasada se oponía a cualquier convocatoria de sesión especial. Por lo tanto, la lógica del Gobierno será avanzar con el nuevo decreto de necesidad y urgencia, que tiene fuerza de ley, y saltear al Congreso. No por nada, Florencio Randazzo afirmó una vez finalizada la Asamblea Legislativa (a las doce y media del medio día, la misma hora en que estaba terminando la reunión de directorio del Central) que la plata ya se había girado y que cualquier intromisión de la Justicia o el Congreso no “tendrían efecto retroactivo”.

 

–¿Tienen alguna garantía de que la Justicia no volverá a intervenir? ¿Ya negociaron la aprobación del DNU en el Senado? –insistió este diario ante una alta fuente del Frente para la Victoria.

–Perdón, la Justicia es independiente y los senadores, próceres –respondió, de manera irónica, el diputado.

 

–¿Qué significa eso? –repreguntó este diario.

 

–Mercedes (Marcó del Pont) no es (Martín) Redrado. Ya se transfirió el dinero –respondió la fuente.

 

A pesar de ser minoría en el Parlamento, el Gobierno subió la apuesta. Eligió un nuevo DNU como instrumento para la creación del Fondea, con la intención de no darle una victoria parlamentaria a la oposición, sin considerar el costo político de esta medida, consumada antes del inicio de la Asamblea Legislativa.