Página12

 

Silvia Suppo de Destéfanis, de 51 años, fue asesinada de tres puñaladas en su comercio de la ciudad de Rafaela, en un hecho que la policía santafesina considera un robo. La mujer fue testigo en la denominada causa Brusa, que en diciembre pasado condenó en Santa Fe a cinco personas por delitos de lesa humanidad, entre ellas algunos ex jefes policiales de la provincia. Durante el juicio varios testigos recibieron amenazas e inclusive uno de ellos sufrió un intento de secuestro.

 

La mujer declaró a inicios de octubre pasado en el juicio que se sustanció contra el ex juez federal Víctor Brusa y los ex policías Héctor Colombini, Perizotti, María Eva Aebi, Mario Facino y Eduardo Ramos, todos condenados por delitos de lesa humanidad.

Ante el Tribunal Oral Federal de Santa Fe Suppo narró los horrores que sufrió durante su cautiverio, entre ellos una violación y, como producto de ello, un aborto «para remendar el error», frase que atribuyó a Perizotti.

Suppo fue secuestrada por el Ejército en marzo de 1977, cuando tenía 17 años, junto a su hermano y a quien luego sería su esposo, Jorge Destéfani, fallecido meses atrás.

 

Unos días antes había sido secuestrado su novio de ese momento, Reinaldo Hatemmer, quien continúa como desaparecido.

La mujer contó que estuvo detenida en la comisaría Cuarta de Santa Fe, en la Guardia de Infantería Reforzada y en el centro clandestino de detención conocido como «La casita», ubicado a las afueras de la ciudad de Santo Tomé.

Suppo fue interrogada encapuchada en la seccional Cuarta, donde el jefe era Mario Facino, y pasó también por la Guardia de Infantería, donde identificó como jefe a Perizotti y como secretaria de éste a María Eva Aebi.

El director provincial de Investigación y Reconstrucción de la Memoria, Jorge Pedraza, afirmó que Luppo de Destéfanis fue una testigo «importantísima» en el proceso penal que desembocó en la primera condena contra represores que actuaron en Santa Fe.

El Tribunal Oral sentenció finalmente a Brusa 21 años de cárcel efectiva por apremios ilegales en ocho casos durante la dictadura, cuando era la mano derecha del juez Fernando Mántaras, un nazi confeso, a quien años después sucedió en el cargo, ya durante el gobierno de Carlos Menem. Brusa no fue el único. En el banquillo lo acompañó un grupo de tareas que recibió penas que oscilan entre 23 y 19 años de prisión por secuestros y torturas: los ex policías Héctor Colombini y Eduardo Ramos (23 años), Juan Calixto Perizzotti (22), Mario Facino (20) y la ex carcelera María Eva Aebi (19).

En cuanto al robo, fuentes policiales dijeron que la mujer atendía su negocio «Siempre cuero», ubicado en Sargento Cabral al 200, de Rafaela, cuando fue atacada de varias puñaladas en la zona abdominal, en lo que la policía santafesina considera un intento de robo.

Luppo fue hallada herida por una clienta, tirada detrás del mostrador, y rápidamente trasladada hasta el hospital Jaime Ferré, donde ingresó consciente.

Ya en el centro asistencial fue intervenida quirúrgicamente pero murió poco después debido a las graves heridas recibidas en órganos vitales.