El Juzgado de lo Penal de Salamanca ha condenado a tres años de prisión a un sacerdote que asistía a presos de la cárcel salmantina de Topas por un delito de tráfico de drogas. La condena se produce después de que el sacerdote haya aceptado la pena que solicitaba el ministerio fiscal, tres años de prisión y una multa de 25.304 euros por un delito contra la salud pública.
Los otros tres acusados también aceptaron las peticiones del fiscal, como es el caso del compañero de piso del cura, al que se le atribuye la función de comprar la droga. El sacerdote, que ahora tendrá que ingresar en prisión, fue detenido en julio de 2008. Además de su labor en la cárcel, el condenado era el párroco en varios municipios salmantinos.
El fiscal considera que el clérigo que pasó un año de prisión preventiva organizaba la compra de droga y su distribución en la cárcel de Topas «utilizando para ello su condición de sacerdote» y su «facilidad» para entrar en la prisión.