Werner Pertot

 

Un atril. Un discurso encendido. Una multitud que coreaba “Néstor 2011”. Todos los ingredientes esperables estuvieron para el regreso de Néstor Kirchner, luego de su operación de carótida. Con la cicatriz apenas disimulada por el cuello de la camisa, el ex presidente eligió para retornar el día en que la oposición intentaba tomar el control del Senado. “Acuérdense de cómo se rematan las comisiones, como se pelean por las pequeñas vituallas. En realidad, dan pena”, los fustigó. “Les interesa hacer fracasar al Gobierno”, lanzó. Sin mencionarlo, le dedicó un párrafo especial a Mauricio Macri, que fue silbado por la multitud.

Una batucada de jóvenes K alegraba la entrada del Club Atenas. Llevaban remeras rojas, en las que se leía: “Seremos como el Che”. Y sí, predominaba un aroma a choriceada: “Los choris, a cinco pesos, señora. Lo mejor de la cuadra”, se regodeaba uno de los asadores ante una mujer vestida como para ir al teatro. Adentro del club se mezclaban funcionarios de traje con familias completas del Conurbano. Los niños jugaban, a falta de otra cosa, con las banderas argentinas. Algunos noteros calculaban unas 2600 personas dentro del club. Los organizadores hablaban de unas cuatro mil.

Sobre el escenario se sentaron el secretario general de la CGT, Hugo Moyano; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el ministro de Justicia, Julio Alak; el de Interior, Florencio Randazzo; la de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; el vicegobernador Alberto Balestrini; el secretario general del Movimiento Evita, Emilio Pérsico; el titular de Suterh, Víctor Santa María. Estuvieron los intendentes de La Matanza, Fernando Espinosa; de Berazategui, Juan José Mussi; de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez, y de Florencio Varela y titular de la FAM, Julio Pereyra. El acto fue organizado por la Corriente Platense para la Victoria y el motivo –o el pretexto– fue el 64º aniversario del primer triunfo de Juan Domingo Perón. A su vez, se encargaron de empapelar las calles cercanas con afiches y pasacalles que decían “Kirchner 2011”.

Al comienzo del acto, Alejandro Sandoval –el nieto número 84 recuperado por Abuelas– leyó un documento de los organizadores, donde resaltaron las políticas del Gobierno. Un párrafo estuvo dedicado al intendente de La Plata, Pablo Bruera, que recientemente se pasó a la oposición junto al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández: “La lucha por una concepción peronista del poder no puede estar vinculada con las meras especulaciones electorales por quienes mostraron su ideología de derecha neoliberal camuflada en una propuesta vecinalista”, le asestaron.

En tanto, Scioli indicó que “éste es un proyecto colectivo, no hay ráfagas de individualismo”. “Nada sería posible si no trabajamos en el marco de un proyecto nacional y popular que lleva adelante nuestra Presidenta”, sostuvo. “Nos alegra que Néstor vuelva con toda su energía y con su experiencia para conducir al peronismo”, destacó Scioli, sobre el retorno de Kirchner a la conducción del PJ, que se hará en un acto el 11 de marzo en Resistencia.

Kirchner cerró el acto con la defensa de las medidas de su Gobierno y el de su esposa. Los aplausos y el rugir de los tambores crecieron cuando mencionó que “Cristina dijo fútbol para todos los argentinos”. “Estas decisiones tienen su punto culminante en el Fondo del Bicentenario. No juntamos reservas para mirarlas en un espejo, sino para ayudar a la producción”, remarcó Kirchner. “¿Por qué se oponen al Fondo del Bicentenario? Les interesa hacer fracasar al Gobierno”, se preguntó y se respondió. “No quieren tener un proyecto de país, sino tratar de quedarse con la burocracia del Estado e impedir que Cristina gobierne”, dijo.

“No quiero que vuelva el neoliberalismo de los noventa y de los que hoy hablan, pero que en el 2001 nos dejaron cobardemente”, recordó. Sobre la estrategia parlamentaria, Kirchner dijo que “creemos en los consensos, pero no vamos a hacer acuerdos para traicionar las banderas de la transformación”. Para Macri tuvo un párrafo especial, luego de que el líder de PRO se tomara vacaciones en plena crisis por las inundaciones en la ciudad de Buenos Aires. “Hay un jefe de Gobierno que dijo que en dos años no pudo hacer nada”, dijo Kirchner, y el club se colmó de silbidos. “Si va a ser presidente, ¿cuántos años va a necesitar? ¿Veinte?”, le apuntó, y los militantes lo acompañaron con un redoble de tambores.

También tuvo el habitual espacio para criticas al grupo Clarín. “Hacen de lamentables alcahuetes del monopolio. ¡Sean libres! ¡Lo más lindo es ser libre!”, sostuvo. Se volteó para mirar a Moyano y le dijo: “Querido Hugo, cada vez que los trabajadores hablan de salarios, algunos medios concentrados entran a hablar de inflación. ¡Los trabajadores tienen que avanzar!”, afirmó. “El monopolio dice que hay inflación y lo siguiente que hace es aumentar un diez por ciento el cable”, los cuestionó.

–Patria sí, colonia no –coreaba un grupo de la JP, que se intercambiaron cantitos con los de camioneros.

“Los ataques del monopolio no son ni más ni menos que la intolerancia de vivir en democracia. A ese grupo que encabeza el señor Magnetto le molesta que la Presidenta diga que todos los argentinos tienen derecho a la identidad y que tengan que ir al Banco de Datos Genéticos”, sostuvo sobre el caso de Ernestina Herrera de Noble. “Es vergonzante y gravísimo que la dueña de un monopolio no acceda a esclarecer la identidad de sus hijos”, planteó Kirchner, quien se mostró emocionado. “Oleeeeeeeeee, oleeee, Néstorrr, Néstoooorr”, coreó la multitud, con las manos en alto. “No es momento para hablar de candidaturas. Será una compañera, será un compañero, pero no tengan dudas de que será el próximo presidente”, se envalentonó el ex mandatario. Y concluyó: “Estamos trabajando todos para que con este gobierno de 2011 a 2015 lleguemos al ‘fifty-fifty’, que el 50 por ciento (del PBI) sea de los trabajadores”.