El Departamento de Estado indicó en un comunicado que como resultado del terremoto del pasado 12 de enero en Haití, el daño a la infraestructura ha sido cuantioso y que el acceso a los servicios básicos es extremadamente limitado.
Agregó que, además, el país experimenta escasez de alimentos, agua, transporte y refugio adecuado.
Las instalaciones médicas han estado operando más allá de su capacidad y las instalaciones sanitarias plantean graves riesgos de salud, indicó.
«Quienes deseen ayudar a Haití en sus esfuerzos de asistencia deben saber que pese a sus buenas intenciones, el viaje a Haití aumentará la carga en un sistema que sufre dificultades para proporcionar ayuda a quienes la necesitan», señaló.