La sospechosa, identificada como Amy Bishop, una científica especialista en neurología, fue detenida inmediatamente por la policía, que también arrestó a su marido, aunque a él no se le han imputado cargos. Según medios locales, poco antes del tiroteo a la mujer se le había negado la titularidad en el cargo de profesora de la universidad.
El incidente se produjo sólo una semana después de que la ciudad Huntsville fuera sacudida por un suceso similar, cuando un estudiante de secundaria dio muerte a balazos a uno de sus compañeros. “Esta es una universidad muy segura. Nada como lo que experimentamos hace una semana. Esta ciudad no está acostumbrada a los tiroteos y a un número múltiple de víctimas”, declaró Ray Garner, portavoz de la universidad.