Telesur


En respuesta a las críticas de la comunidad internacional sobre la enorme cantidad de militares estadounidenses que se encuentran en Haití, el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, aseguró que dentro de las intenciones de su país no está el suplantar la labor de  la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero reiteró que las operaciones no se frenarán en el país caribeño.

«EE.UU. reafirma su compromiso para trabajar, para ayudar a los haitianos a afrontar esta crisis inmediata (…) la misión de la ONU tiene la principal responsabilidad de la seguridad», y subrayó que su país «brinda y brindará todo el apoyo posible, pero no suplantará a la ONU en este papel».

Pese a esto, el pasado 21 de enero, el Pentágono anunció el envío de un nuevo contingente militar de unos 4 mil soldados a Haití, que se sumarán a los más de 10 mil marines que ya se encuentran en la nación caribeña devastada el pasado 12 de enero por un terremoto de magnitud 7,3 en la escala abierta de Richter.

 

Durante su intervención ante la conferencia «Fortaleciendo la Integración Trasatlántica: América Latina, España y los Estados Unidos» efectuada en Madrid, Valenzuela afirmó que «las fuerzas de Estados Unidos sólo están responsabilizadas para apoyar esfuerzos humanitarios».

Actualmente, la población en Puerto Príncipe, capital de Haití, se encuentra desesperada por la lentitud en la entrega de alimentos y agua, así como en la prestación de servicios médicos. Estados Unidos tiene bajo su control la logística del aeropuerto, a donde llegan a diario decenas de aeronaves repletas de ayuda humanitaria de todos los rincones del mundo.

Desde que Estados Unidos instaló sus tropas en la nación caribeña ha sido blanco de críticas internacionales. Países del continente americano y europeo argumentan que la administración del presidente, Barack Obama, se aprovecha de la tragedia para invadir militarmente el país.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha insistido en que Estados Unidos se aprovecha de la situación que vive Haití para instalarse «sobre los cadáveres y las lágrimas de un pueblo».

«En este momento el imperio está tomando a Haití, sobre los cadáveres y las lágrimas de un pueblo, delante de todo el mundo, descaradamente. Tiene el control del aeropuerto (de Puerto Príncipe) comenzaron por el aeropuerto ya llegaron al Palacio Presidencial», denunció el mandatario.

Asimismo, advirtió que el Ejército estadounidense ingresó a Haití sin consultar a la ONU ni a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Nicaragua, Bolivia, Uruguay y Francia se unieron a las críticas por la presencia armada de la potencia, que consideran excesiva.

El jefe de Estado nicaragüense, Daniel Ortega, el primero en pronunciarse, mantiene una postura similar a la de su par venezolano.

«Se está manipulando un drama para instalar tropas norteamericanas en Haití, y que ya han ido tomando el control militar del aeropuerto en Puerto Príncipe y esto es preocupante», señaló Ortega.

«Quiero pensar que al presidente (de EE.UU., Barack) Obama le están creando una situación de hecho, los intereses militares en los Estados Unidos, que están vinculados a las grandes trasnacionales de la guerra que se enriquecen con la guerra y el armamentismo», añadió.

Bolivia, por su parte, teme que la nación caribeña se convierta en una base militar más de Estados Unidos.

«Temo que Haití, de no haber un rechazo continental rápido, se convierta en otra base norteamericana», manifestó el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.

Mientras que el primer mandatario, Evo Morales, expresó el «rechazo e indignación del pueblo de Bolivia por la decisión del Gobierno estadounidense de enviar tropas en lugar de ayuda a Haití».

En este sentido, Morales, pedirá a la ONU una reunión de emergencia para rechazar la ocupación militar estadounidense en Haití. Dijo que espera el pronunciamiento de los pueblos y las fuerzas sociales del mundo para repudiar el despliegue de estas tropas.

Uruguay también se sumó a la lista de países que se oponen a la intervención norteamericana.

El próximo ministro de la Defensa de Uruguay, Luis Rosadilla, se mostró «profundamente preocupado» por la situación haitiana y sumó a su país a las voces del mundo que señalan que el país latinoamericano no necesita armas sino insumos médicos, alimentos y agua potable.

«No se pueden descartar los riesgos» de una invasión militar del país caribeño por parte de EE.UU, pues considera que esa nación es «un país con vocación casi genética de imperialismo y colonialismo».

La misión médica francesa, ha denunciado que la falta de logística en el terminal aéreo de Puerto Príncipe ha provocado retrasos en la distribución de ayuda humanitaria.

Asimismo, el secretario de Estado de Cooperación francés, Alain Joyandet, señaló a principios de semana que la ONU debe tomar una decisión y precisar el papel de Estados Unidos en la ayuda humanitaria a Haití.

«No se trata de ocupar el país, sino de ayudarle a que recobre la vida. La ONU está trabajando pero que se tome una decisión (…) Espero que las cosas sean precisadas sobre el papel de Estados Unidos», expresó el diplomático francés.