«Detener la marcha nazi fue un gran éxito para la Alianza por un Dresde Libre de Nazis (…). No fue fácil, hubo gente que resultó herida por ataques de nazis y hacía un frío horrible, pero mereció la pena», señaló una portavoz de la alianza, Lena Roth.
Desde hace algunos años cada 13 de febrero grupos neonazis llegados de varios países se reúnen para conmemorar el aniversario del bombardeo aliado sobre Dresde durante la Segunda Guerra Mundial, que se cobró 25.000 vidas y dejó en ruinas la ciudad, un suceso que estos grupos han denominado «la Hiroshima alemana».
El hecho de que la manifestación ultraderechista haya sido una marcha autorizada levantó un debate público en Alemania, si bien, la Policía alemana envió a Dresde 5.000 efectivos y se reservó el derecho de alterar la ruta de los manifestantes para evitar enfrentamientos con grupos opositores.