Agencias

Kabul, febrero 14 – La OTAN admitió haber matado a doce civiles al lanzar dos cohetes que se desviaron 300 metros y erraron en su objetivo de impactar contra un refugio insurgente en el sur de Afganistán, donde la fuerza aliada lleva a cabo una gran operación antitalibán.

En un comunicado, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión bajo mando de la OTAN, explicó que los proyectiles salieron de un sistema de lanzamisiles ligero contra un refugio desde el cual los talibanes estaban abriendo un fuego «preciso y directo» contra un grupo de soldados internacionales y afganos.

Un militar afgano y otro extranjero resultaron heridos por los disparos que los integristas estaban efectuando en el distrito de Nad Alí, situado en la conflictiva provincia sureña de Helmand.

«La actual operación en el centro de Helmand está dirigida a restaurar la seguridad y la estabilidad en esta zona vital de Afganistán. Es lamentable que durante nuestro esfuerzo conjunto se hayan perdido vidas inocentes». «Expresamos nuestro más sentido pésame y nos aseguraremos de hacer todo lo que podamos para evitar futuros incidentes», dijo el jefe de la ISAF, el general estadounidense Stanley McChrystal.

El general pidió también disculpas al presidente afgano, Hamid Karzai, por lo que consideró un suceso «desafortunado».

Poco antes del comunicado de la OTAN, Karzai ya había asegurado que al menos diez civiles murieron al impactar un proyectil contra su vivienda en el marco de la operación antitalibán en Helmand.

El Palacio Presidencial, en un comunicado, no precisó la autoría del ataque y aseguró que éste tuvo lugar en el distrito de Marjah y no en el cercano de Nad Alí, tal y como dijo luego la OTAN.

El presidente ya había pedido durante los primeros compases de la Operación Moshtarak («Juntos» en dari) que se evitaran las bajas civiles y los bombardeos aéreos.

Marjah, considerado el único núcleo de la provincia de Helmand que el movimiento talibán controlaba por completo, tiene unos 80.000 habitantes.