Telesur
Un grupo de sobrevivientes del terremoto en Haití, fueron operados este martes en una unidad médica flotante de última tecnología, reservada únicamente para pacientes y especialistas seleccionados previamente y que fue instalada en el portaaviones estadounidense USS Carl Vinson.
La unidad de cirugía está conformada por tres mesas de operaciones, una sala de radiología y cincuenta camas, adicional a esto, el personal médico lo integran 55 especialistas, entre los que se cuenta un cirujano, un anestesista y un psicólogo.
En esa particular sala de cirugía ubicada a unos kilómetros de Puerto Príncipe, los pacientes descansan tranquilamente, mientras en Haití se vive otro escenario con la escasez de medicinas y material quirúrgico, aunado al hacinamiento en el que tienen que permanecer los heridos de los hospitales de la capital.
Los médicos especialistas que trabajan en el portaaviones, admitieron que enfrentan una gran disyuntiva, pues como trabajadores de la salud, desean salir del barco y atender en tierra firme a la mayor cantidad de personas afectadas posible.
Los galenos cumplen con su «misión central» de «cuidar a la tripulación» conformada por 3 mil 500 personas, «en vista de preservar nuestras capacidades operacionales», declaró el jefe de la unidad médica del Vinson, el doctor Alfred Shwayat.
La unidad médica flotante ha atendido a unos 10 pacientes desde su llegada, tres de nacionalidad estadounidense y siete haitianos. La mayoría de ellos fueron operados por amputaciones.
Una de las pacientes, una haitiana de 12 años, fue intervenida quirúrgicamente por el neurocirujano estadounidense y periodista médico una cadena internacional, Sanjay Gupta.
«Todo marchó bien, le extrajimos pequeños pedazos de hormigón del cráneo, su estado es estable pero tendrá secuelas», explicó a medios de comunicación.
Ted Branch, comandante del portaaviones Carl Vinson, aseguró estar presto para ayudar «caso por caso», pese a asegurar que la misión médica no fue la principal labor por la que fue enviado a Haití.
«Los helicópteros son nuestra principal contribución», al esfuerzo humanitario en curso, dice, mientras los aparatos despegan desde el portaaviones hacia la capital haitiana, para distribuir víveres o transportar heridos.
El médico Alfred Shwayat, se excusó alegando que su equipo no está provisto «para recibir y sanar a miles de heridos», y agregó que está formado para «curar heridas graves y estabilizar a los pacientes que sufren traumatismos».
Sostuvo que harían lo posible por atender quirúrgicamente a la mayor cantidad de heridos posible, mientras reconoció que no depende de él cuáles pacientes pueden ingresar a esa sala médica, se justificó.
El comandante Branch precisó que ayudarían con el máximo de operaciones a bordo, e informó del envío a tierra de un equipo de médicos para asistir en una clínica de guardacostas norteamericana, que ha tratado a unas 300 personas aproximadamente.
Respecto al barco-hospital estadounidense «Confort», especializado en quemaduras, Branch indicó que llegaría en las próximas 48 horas con 600 personas a bordo y mil camas disponibles.