A petición del secretario general del organismo, Ban Ki-Moon, este nuevo despliegue de los llamados «cascos azules» servirá para proteger la distribución de alimentos y agua potable que han estado escaso en Haití y que han generado tensión y desesperación entre los residentes.
La enviada especial de teleSUR en Haití, Madelein García informó que cientos de comercios estaban siendo saqueados por haitianos para poder alimentarse. «La policía disparaba al aire y la gente estaba asustada, salían corriendo», comentó.
La Secretaría de Estado de Haití informó que la inseguridad está presente en la nación, debido a que la cárcel de Puerto Príncipe quedó destruida consecuencia del sismo.
Alrededor de tres mil delincuentes de alta peligrosidad están en las calles. «Son muy peligrosos y esto rebasa los cuerpos de seguridad» apuntó la Secretaria.
Por este motivo, el Gobierno de Haití pidió la ayuda a Estados Unidos y a las Naciones Unidas, para que presten ayuda en la seguridad del país.
El presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador chino Zhang Yesui dijo al término de su votación que «este envío contribuirá al mantenimiento de la paz y apoyará los esfuerzos para ayudar a la recuperación de Haití».
Durante este lunes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon había pedido que se considerara el envío de más fuerzas militares de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) para reforzar la seguridad en la nación caribeña y mejorar la distribución de ayuda humanitaria, cuya distribución no ha sido eficaz por falta de coordinación.
La Minustah fue ordenada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se inició en el año 2004, después de la intervención militar conjunta de EEUU, Francia y Chile que derrocó al Presidente Jean Bertrand Aristide.
El contingente se compone de aproximadamente 7 mil efectivos militares, la mayoría latinoamericanos provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay, además de Benin, Canadá, Croacia, EE.UU., Filipinas, Francia, Jordania, Malasia, Marruecos, Nepal, Sri Lanka, y Yemen.
Los objetivos de la misión son principalmente, estabilizar al país, pacificar y desarmar grupos guerrilleros y delincuenciales, promover elecciones libres e informadas y fomentar el desarrollo institucional y económico de Haití.
La Minustah ha sido cuestionada por algunos sectores en Haití por la violencia que ha generado en barrios pobres de la capital como Cité Soleil, donde se han registrado enfrentamientos que han derivado en la muerte de civiles.