La ofensiva terrestre, que ya era considerada inminente, podría durar varios días, ampliar el número de víctimas civiles y complicar aún más la situación en el enclave palestino, donde se agotan los alimentos y los medicamentos. Y generó anoche intensos esfuerzos diplomáticos para hallar una salida al conflicto.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió de urgencia anoche en Nueva York para analizar la crisis entre Israel y los palestinos y elaborar un documento para instar a un cese inmediato del fuego.
La incursión israelí pone como pretexto, «detener el constante lanzamiento de cohetes de parte de Hamas al territorio israelí» mediante la toma de las áreas de lanzamiento empleadas por el grupo. Por su parte Hamas, ayer se mostró desafiante y dijo que «la Franja de Gaza será el cementerio del ejército israelí» y que «el enemigo va a pagar un alto precio por la operación».
Las emisoras de televisión locales difundieron imágenes de soldados marchando hacia Gaza luego del atardecer, que recibieron también el respaldo de helicópteros artillados y de tanques de guerra. Según testigos, inmediatamente después de que las tropas cruzaran la frontera se escuchó el estruendo de los enfrentamientos armados con los militantes de Hamas.
Los tanques israelíes abrieron fuego en el norte de la Franja de Gaza al iniciar su incursión, mientras los habitantes de la zona huían despavoridos. Hamas respondió con fuego de morteros. Un niño palestino murió y 11 personas fueron heridas por un obús disparado por un tanque israelí, y así se convirtieron en las primeras víctimas de la ofensiva terrestre, dijeron testigos y fuentes médicas.
El ejército israelí afirmó que sus tropas asesinaron a decenas de militantes armados de Hamas no bien cruzaron la frontera. Fuentes médicas de Gaza dijeron que la invasión dejó por lo menos 20 muertos y 50 heridos. El grupo Hamas, por su parte, dijo que había matado a un grupo de soldados israelíes en el este de Gaza, sin precisar el número. Añadió que anoche se desarrollaban combates en Beit Hanun, Nuseirat, Zaitun y Dahaniya.
El ejército israelí aclaró en un comunicado que los residentes de Gaza «no son el objetivo», y advirtió que aquellos «que usen a civiles como escudos humanos serán responsables de todo daño a la población civil».
«El objetivo es destruir la infraestructura de terror de Hamas en el área de operaciones» -dijo la mayor del ejército israelí y vocero militar, Avital Leitbovitch-. Vamos a tomar algunas de las áreas de lanzamiento [de cohetes] usadas por Hamas».
Abaten a otro jefe
Previamente, Israel había bombardeado ayer Gaza por tierra, aire y mar. Uno de los ataques aéreos causó la muerte de Abu Zakaria al-Jamal, el segundo líder de alto rango de Hamas asesinado en tres días, después del asesinato el jueves de Nizar Rayyan en otro asalto aéreo.
La mayoría de los oficiales de alto rango de Hamas se encuentran escondidos para evitar transformarse en objetivos de los ataques del Estado judío. El Ministerio de Defensa de Israel habían dicho anteriormente que alrededor de 10.000 soldados se habían concentrado a lo largo de la frontera en días recientes con el propósito de tomar parte en la ofensiva.
Además, autorizó ayer el reclutamiento de decenas de miles de reservistas y declaró el estado de emergencia en el norte del país por temor a ataques desde el Líbano y Siria.
La ofensiva «no será fácil ni será corta», admitió ayer el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak. «No buscamos la guerra, pero no abandonaremos a nuestros ciudadanos a los continuos ataques de Hamas», añadió.
En tanto, Hamas se mostró desafiante. «Su entrada en Gaza no será un paseo. Gaza será su cementerio, con la ayuda de Dios», afirmó el vocero del Hamas, Ismail Radwane.
Fuentes israelíes afirmaron que «la artillería procuraba ayer destruir artefactos explosivos y minas colocadas por Hamas en la frontera para complicar la incursión terrestre israelí».
En el incidente más sangriento del día, un asalto aéreo contra una mezquita causó la muerte a 13 civiles palestinos, incluyendo niños, e hirió a decenas mientras oraban, afirmaron funcionarios de Hamas.
Los aviones de guerra impactaron en colegio palestino llamado American School. El ataque le costó la vida a un guardia. El ejército israelí afirmó que el recinto «escondía un refugio de los activistas de Hamas».
Entre los objetivos impactados se destaca la universidad islámica, edificios de gobierno, mezquitas y comisarías de la policía civil, que según Israel estarían siendo utilizados como depósitos de armamento por los militantes.
Pese a la ampliación de la ofensiva israelí en Gaza, Hamas ha continuado lanzando cohetes contra el sur del Estado judío. Por lo menos 31 cohetes han sido disparados desde Gaza hacia Israel desde ayer por la mañana y dejaron tres heridos.
Mientras anoche se multiplicaban los esfuerzos diplomáticos, el Departamento de Estado norteamericano instó a lograr una tregua «duradera lo antes posible» mientras el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que procura mediar en el conflicto, llegará mañana a la región. Por su parte, el gobierno argentino condenó la incursión terrestre israelí, así como «el uso desproporcionado de la fuerza por parte de ese país». Al mismo tiempo, condenó el lanzamiento de misiles por parte de grupos palestinos contra suelo israelí.