Montse Martínez/elperiodico.com



 

El Parlamento Europeo calificó los escáneres corporales de «locura» y un país del peso de Alemania habló de «disparate». Pero eso fue antes de que el día de Navidad un joven de 23 años intentara atentar en pleno vuelo de la compañía Northwest entre Amsterdam y Detroit tras lograr meter en el avión material explosivo. La psicosis global ha borrado de un plumazo cualquier cuestionamiento en relación a la intimidad o a los efectos sobre la salud, casi degradados a la categoría de remilgos. Como si de una decisión en cascada se tratara, el Reino Unido, Italia y Alemania anunciaron ayer la progresiva incorporación de los escáneres que desnudan al pasajero con un nivel de detalle que permite observar prótesis y genitales.

Estos países se suman a Holanda y Nigeria, que ya lo anunciaron justo después del intento de atentado.

El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció ayer la introducción paulatina de estos aparatos en los aeropuertos británicos en una entrevista con la BBC. Brown, que apeló a una reacción «rápida» ante la alerta, añadió que el control de los escáneres corporales estará complementado con registros exhaustivos del equipaje de mano en busca de explosivos.

 

«Hemos reconocido que hay muevos tipos de armas que utiliza Al Qaeda y tenemos que responder en consecuencia», añadió el primer ministro británico, para finalizar: «Este es un nuevo tipo de amenaza y procede de una nueva fuente que, obviamente, es Yemen, aunque hay otras fuentes potenciales como Somalia, además de Afganistán y Pakistán».

Italia se había pronunciado el sábado en idéntico sentido a través del ministro del Interior, Roberto Maroni, que anunció la instalación de estos aparatos en los aeropuertos de Roma y Milán para los vuelos considerados de «alto riesgo».
La ministra alemana de Investigación, Anette Schavan, explicó ayer que, en verano de este año, Berlín espera tener lista una nueva tecnología de escáneres corporales para ubicar en los aeropuertos.

La reacción de la Eurocámara contra los escáneres que desnudan fue tan furiosa que obligó a la Comisión Europea a meter en el cajón el proyecto en noviembre de 2008.

Sin embargo, el pronunciamiento del Parlamento Europeo – con la cuestión de la vulneración de la intimidad y los efectos perniciosos en la salud como pilares de la negativa– no es vinculante y, por lo tanto, no está reñido con las decisiones que, de forma individual, adopte ahora cada país en relación a la seguridad aeroportuaria. Aunque sí es previsible que el debate se reabra en el seno de las instituciones comunitarias.

Auque el escáner corporal, que ahora se presenta como la panacea de la seguridad aérea, podría no ser infalible. El diario británico The Indepent recoge en su edición dominical de ayer la opinión de varios expertos que aseguran que materiales como algunos explosivos y líquidos –como por ejemplo los que llevaba el joven nigeriano escondidos en su ropa interior– no son lo suficientemente densos para ser detectados por este aparato.