TeleSUR



 

La portavoz militar en la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, la mayor Diana Hayne, informó que las fuerzas militares se preparan para acoger a los damnificados haitianos que dejó el terremoto de magnitud 7,3, pese a las duras denuncias de tortura que se han emitido contra la instalación.

La emblemática cárcel, utilizada para la violación de derechos humanos y donde se retienen a presuntos terroristas, ya tiene dispuesta alrededor de cien tiendas de campaña para recibir un posible flujo de haitianos que huye de la destrucción dejada por el movimiento ocurrido el pasado 12 de enero.

Autoridades estadounidenses ya han advertido que ningún haitiano que intente entrar a Estados Unidos clandestinamente será admitido y si es capturado, lo enviarán a la base naval de Guantánamo.

«El Gobierno de Estados Unidos tiene la mayor de las intenciones de aplicar una política de línea dura, sin excepciones, de no admitir a ningún ciudadano haitiano que intente llegar a las costas de Estados Unidos ilegalmente», según un comunicado del Departamento de Estado distribuido en Haití por las fuerzas militares norteamericanas.

Según la funcionaria militar, no existe indicación alguna de una migración masiva desde Haití, pero la base se está preparando «como medida de precaución».

 

La portavoz adelantó que los refugiados haitianos quedarían instalados a tres kilómetros de donde se encuentran los 220 presuntos «terroristas» que todavía permanecen en el centro de detención incomunicados.

Desde la intervención estadounidense en Haití, tras el terremoto del pasado martes 12 de enero, la base de Guantánamo se ha convertido en un importante centro estratégico de las fuerzas militares del país del norte.

En la base, se ha establecido un centro logístico para dar apoyo a los barcos estadounidenses en la región.

Para el general Douglas Fraser, comandante del Mando Sur de EE.UU., «Guantánamo tiene valor como centro estratégico para el desplazamiento de suministros y personal a las áreas afectadas en Haití».

La cárcel de Guantánamo fue creada en el contexto de la supuesta guerra contra el terrorismo impulsada por el ex presidente estadounidense George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center de la ciudad de Nueva York.

En esa prisión se encuentran recluidos más de 220 personas, en su mayoría de nacionalidad afgana, y se caracteriza por lo métodos violentos y de tortura en los interrogatorios aplicados sobre los reos.